Rafa Nadal saldrá de Nueva York como número uno, el próximo 11 de septiembre, si conquista el Abierto de Estados Unidos, torneo que empieza el próximo lunes, independientemente de lo que haga el vigente líder de la clasificación ATP, el ruso Daniil Medvedev, que defiende el título en la ciudad de los rascacielos. El tenista de Manacor se encuentra a 1.255 puntos de Medvedev, una diferencia que superaría en el caso de ganar en Flushing Meadows, incluso aunque el ruso fuera su rival en la final.

La posibilidad de que Nadal aspire, a sus 36 años, a recuperar la cima del tenis mundial -no es número uno desde el 20 de febrero de 2020, cuando le fue arrebatado por el serbio Novak Djokovic-, tiene un gran valor, sobre todo teniendo en cuenta que las lesiones le han impedido, una vez más, completar una temporada sin sobresaltos. El mallorquín, vencedor este año en Australia y Roland Garros, entre otros títulos, se perdió el inicio de la temporada de tierra, Montecarlo y Barcelona, por una fisura en las costillas que se produjo en Indian Wells. Y, el pasado mes de julio, se tuvo que retirar de Wimbledon, antes de disputar las semifinales contra el australiano Nick Kyrgios, por una rotura abdominal de siete milímetros que le ha mantenido 41 días de baja.

Excepto en el torneo de Roma, donde cayó en octavos ante el canadiense Denis Shapovalov, y en Cincinnati la semana pasada, cuando fue eliminado en segunda ronda por el serbio Borna Coric, Nadal ha alcanzado al menos los cuartos de final en los siete torneos restantes que ha disputado. Una regularidad, jalonada con cuatro títulos, que le permiten optar de nuevo al número uno, algo con lo que seguramente no contaba a estas alturas de su carrera. De hecho, ya hace tiempo que el liderato mundial está lejos de sus prioridades. Al igual que Djokovic, la lucha ahora se centra en conseguir el máximo número de grandes posible para ser considerado el mejor de la historia. De momento, el manacorí aventaja al de Belgrado en un gran título, tras la victoria del balcánico en Wimbledon, por lo que la igualdad es máxima.

Este jueves se celebra el sorteo del grande norteamericano, el que mejor se le da a Nadal tras Roland Garros

Para que esto sea así se ha tenido que producir la ausencia de Djokovic en el Abierto de Australia y en la gira americana, lo que le ha hecho perder muchos puntos, hasta el extremo de que ahora mismo ocupa la sexta posición de la ATP, pese a su victoria en Wimbledon.

 Nadal prepara desde el domingo en Nueva York su participación en el US Open, tras su rápida eliminación en Cincinnati. Y lo ha hecho junto a su entrenador Francis Roig y su primo Joan Nadal. El tenista está totalmente recuperado de la rotura abdominal que le obligó a retirarse del grande de hierba. Falto de partidos en los dos últimos meses, el campeón de 22 grandes necesita ponerse a tono con horas en pista. Este jueves se realiza el sorteo del cuadro en el que, en ningún caso, se encontraría con Medvedev hasta la final. 

Después de Roland Garros, el US Open es el grande que mejor se le da a Nadal, con cuatro títulos (2010, 13, 17 y 19) y una final perdida, en 2011, ante Djokovic, una de las ocho en las que ha sucumbido en las grandes finales. Si finalmente se confirma la ausencia de Djokovic, las opciones de Nadal en Nueva York aumentan de forma considerable para abrir de nuevo un hueco de dos victorias en los Grand Slam.