Cuando los 206 centímetros y los más de 125 kilos de la leyenda de los pesados Tyson Fury (32-0-1, 23ko) hicieron acto de presencia, en el teatro del House Off Son Amar retumbaron los cimientos. No era ni la disputa, ni la defensa de ningún cinturón, pero la sola presencia de ‘The Gypsy King’ hizo vibrar a los amantes del boxeo que se dieron cita en el recinto de la carretera de Sóller. Fueron muchos menos que los 94 mil que presenciaron la última pelea del británico en Wembley ante Dillian Whyte el pasado mes de abril, pero las más de 200 personas que acudieron al acto disfrutaron de la historia de vida de uno de los boxeadores más carismáticos de los últimos años. “Hola Mallorca, estoy emocionado de estar aquí”, espetó el campeón tras ser presentado al más puro estilo Las Vegas, con música y videos de sus combates ya legendarios. 

El KO que le propinó a su compatriota Whyte en Wembley supuso un parón en su carrera, hasta el punto de anunciar su retirada en varias ocasiones. La última fue en agosto, justo el día de su cumpleaños y mediante sus redes sociales. “Después de muchos aplazamientos, por fin he dedicido jubilarme”, dijo. Parece que esta vez iba en serio. “En el retiro se está muy bien”, confesó. “Paso mucho tiempo con mi mujer, con los niños, paseando al perro. Ahora me dedico a ser marido, padre e hijo”. 

Tyson Fury, este domingo durante su charla V. Vivó

Fury debutó como profesional en 2008 y nunca ha perdido. Entre los combates más “especiales” de su vida está el que le enfrentó al entonces campeón mundial Wladimir Klitschko en Alemania, en noviembre de 2015. El ‘Rey Gitano’ venció al ucraniano por decisión unánime y entró directo en el olimpo del pugilismo. Pero tras ese ascenso vino la caída. Las drogas, el alcohol y una profunda depresión estuvieron a punto de dejar KO al campeón, pero supo levantarse antes de que le contaran diez. “Cuando estaba deprimido pensaba en cuál era mi propósito en la vida”, relató Fury con todo lujo de detalles. “He intentado suicidarme, oía voces en mi mente, tenía ansiedad, paranoias… de todo, estaba aterrorizado”.

Pero se levantó, lo hizo sobre todo “reconociendo el problema para poder superarlo”. De hecho, durante su charla, Fury hizo hincapié en la importancia de cuidar la salud mental y reconoció que éste se ha convertido “en el combate más difícil e importante” que ha librado en su vida.

Tras eso vinieron más éxitos y batallas ganadas. Para la historia quedará la trilogía ante Deontay Wilder, que llegó a derribarlo dos veces en su primer combate en 2018 y donde el ‘Rey Gitano’ se levantó para conseguir que declararan el combate nulo. O sus dos posteriores victorias en 2020 y 2021. 

El espectáculo contó con actuaciones de equilibrios, una subasta benéfica con merchandising de los grandes campeones de los pesados, y la presencia del padre de Tyson, John Fury, que tuvo palabras de elogio para su primogénito. “Estoy muy orgulloso de él, el boxeo es un deporte de cerebro y habilidades, y él lo tiene todo”, dijo John.