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FÚTBOL

La mano tras el triunfo comercial de las futbolistas

Carlota Planas se ha convertido en la primera mujer directora de una agencia de representación de futbolistas y en su cartera figuran nombres como los de las mallorquinas Patri Guijarro, Mariona Caldentey, Maitane López o Cata Coll

Carlota Planas en Unik Sports Managment. ELISENDA PONS

La suya es una historia de bandazos, como dice ella. O, más bien, de vaivenes. Primero fue el fútbol, luego el periodismo, más tarde el márketing y, al final, el emprendimiento. Carlota Planas, una niña criada en Portugal que decidió cortarse el pelo y cambiarse el nombre para pasar por niño y poder jugar al fútbol, es hoy la primera mujer que dirige una empresa de representación de futbolistas. 

Unik Sports Management, como se llama esta agencia, está exclusivamente centrada en jugadoras mujeres, gestiona ya la carrera de unas 40 deportistas, creció un 40% el año pasado y trabaja convencida de que el negocio crecerá otro 30% este 2022. «Estoy viviendo la realidad que he querido siempre a través de mis jugadoras», sintetiza Planas. «Como tengo esto dentro de que yo no pude hacerlo, quería intentar que las siguientes generaciones de deportistas sí que pudieran», se explica.

Porque esta empresaria de 30 años jugó al fútbol hasta que la falta de referentes y la voluntad de asegurarse una carrera la llevó a estudiar periodismo y administración y dirección de empresas. Y ahí empezó a cerrarse el ciclo: prácticas en el diario As, primera cobertura en el Camp Nou, primeros contactos con futbolistas y un gran descubrimiento: «Muchos no tenían agentes que les apoyaran en el lado comercial». Ella, al haber sido también modelo de Nike y tener contactos en ese entorno, empezó a hacer de enlace ocasional, hasta que decidió volcarse al completo en lo que, creía, podía ser su nueva profesión.

Tras varias volteretas más -como que Sandro Rosell, el expresidente del Barça, la contratara para formar parte de un proyecto que estaba preparando en África- Planas montó Be Universal, una plataforma para poner en contacto a mujeres deportistas en España con marcas que quisieran hacer campañas de publicidad con ellas. Aquello duró hasta que años más tarde, a las puertas de la pandemia, sus socios inversores quisieron moldear el proyecto de formas en las que ella no acababa de coincidir. Y entonces creó Unik Sports Management. Esta vez aliada con otro agente, Arkaitz Coca, y dedicada exclusivamente al fútbol femenino.

«Entramos con una idea muy clara que venía derivada de lo que había vivido con el fútbol masculino: ¿Para qué tienen que tener tanta gente cuando pueden gestionarlo todo desde una misma agencia?», se planteó. «Salimos con una oferta muy específica 360: representación, márketing, asesoramiento extra laboral o financiero, contratos deportivos, estar allí si se querían comprar una casa… hasta para buscar un coche de madrugada», detalla Planas, que genera ingresos quedándose un porcentaje de cualquier contrato que cierre la deportista.

Así ha trabajado con las mallorquina Patri Guijarro, Mariona Caldentey, Cata Coll o Maitane López, además de, por ejemplo, Leila Ouahabi, Claudia Pina, Lola Gallardo, Estefanía Banini y otras 35 futbolistas más en España, Inglaterra, Italia, Portugal, Francia, Brasil, Argentina, México y hasta Japón.

Buena parte de la clave es el ascenso que ha vivido el fútbol femenino en general en los últimos años. Esta emprendedora asocia el fenómeno a un cóctel de factores: que el papel de la mujer se ha revalorizado en todos los sectores, que eso hizo casi inevitable exponerlo («quedaba bien hacerlo»), que entonces la gente empezó a consumirlo más y que finalmente se ha convertido en un negocio rentable. 

«Me acuerdo perfectamente de que al principio una jugadora me pidió unas botas y no se las conseguí: tuve que ir a comprarlas y decirle que me las habían dado», rememora Planas. «Ahora esa misma jugadora tiene un acuerdo muy grande con esa marca y tiene material para aburrir», afirma la experta, que aún ofrece otra prueba: la semana pasada, el partido de España en la Eurocopa tuvo tanta audiencia como Supervivientes. La diferencia en el interés de las marcas, dice, es «abismal».

De ahí que su gran reto como profesional sea, actualmente, atinar con los precios a los que cierra sus acuerdos comerciales. Está tan convencida de que este furor no ha hecho más que empezar que sabe casi seguro que de aquí a tres años las tarifas pactadas ahora, se quedarán cortas.

Igual de claro tiene que, para entonces, ella seguirá en este sector. «Soy muy inquieta, hay dos o tres cosas nueva en las que estoy trabajando, pero siempre vinculadas al fútbol: lo que tengo claro es que de esta industria no me quiero mover», concluye Planas, que no cierra la puerta del todo a nuevos proyectos. «Mientras sea sumar a la industria, lo voy a considerar», remata. 

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