«Este proyecto no tiene techo», aseguró Vicenç Palmer convencido y con brillo en los ojos. Es uno de los padres del denominado Palmer Basket Mallorca y que nace «desde abajo» utilizando la plaza del Joventut Llucmajor en la Liga EBA, aunque no ocultó que quiere «llegar a Palma» en el futuro. 

En una multitudinaria presentación, celebrada en el restaurante Ola de Mar del Portitxol de Palma, el club dejó claro que nace con «ilusión, ambición y humildad», las palabras mas repetidas durante el acto, y con la mirada puesta a subir a la LEB Plata, como mínimo. «Y claro que a la LEB Oro, en pocos o muchos años», se atrevió a decir. «Pero sabemos dónde estamos ahora y lo que toca es trabajar», resaltó. En el discurso de los protagonistas del evento se insistió en la idea de involucrar al mayor número de personas posible para crecer. «Queremos vincular este proyecto emocionalmente a la isla», dijo Palmer. «Esto es para los mallorquines», subrayó Xavi Sastre, que será el director deportivo de una entidad en la que estará apoyado por Juanan Serra y Jordi Riera. 

Preguntado sobre la competencia con el Bahía San Agustín, ahora llamado Fibwi Palma, el inmobiliario fue claro. «Guillem Boscana es mi amigo y se lo he demostrado. Llevan cuarenta años trabajando en esto y están en una categoría superior. Este proyecto es para confluir, no para confrontar. Como ocurre en muchos ámbitos, la competencia es buena y la rivalidad es sana», reflexionó antes de dejar claro que el Palmer Basket Mallorca lo forman «un grupo de amigos que aman el baloncesto. Unos llevarán la parte económica -el CEO del gigante turístico W2M Gabriel Subías es uno de ellos- y otros la deportiva», aclaró ante los periodistas. 

El técnico elegido es Óscar Olivenza. «Nadie conoce la EBA como él», aseguró Sastre antes de darle la palabra. «Hay que ser valientes», destacó el preparador extremeño, que es consciente de que el ascenso es el objetivo. «Quiero aportar toda la experiencia, conocimiento y trabajo para que todo esto vaya a buen puerto. En una liga tan complicada como la EBA, que no es profesional pero eso no quiere decir que la gente no esté preparada, y que además es tan larga, hay que marcarse pequeños objetivos dentro de la competición», afirmó antes de aclarar que la plantilla «no está cerrada» y que «no será ni cien por cien mallorquina ni española».

El que sí está confirmado como gran estrella es el reciente campeón de la Liga Nacional de Argentina con el Instituto de Córdoba, Toni Vicens, que confesó haber renunciado a ofertas importantes. «Vengo a darlo todo. Estoy muy contento y quiero intentar ser profeta en mi tierra. Me ha convencido la continuidad que me han ofrecido y las ganas que tenía de retornar a Mallorca», finalizó el pívot, de 2,03 metros y 32 años. El reto es mayúsculo, pero el Palmer Basket Mallorca ya es una realidad. Ahora toca empezar a jugar.