"Estoy muy contento, el balance es muy bueno, sinceramente. Nos hemos librado de todas las caídas, al menos en mi caso, no sé cómo están los compañeros, pero estoy muy contento", aseguró al término de la quinta etapa, tras la que está a 1.02 del esloveno Tadej Pogacar, gran favorito para la victoria final, y a 1.21 del líder, el belga Wout van Aert. "A mitad de la etapa, en los primeros tramos de pavés, hemos tenido un problemilla con corredores que se han cortado de la primera parte del pelotón delante de mí. Gracias al equipo hemos pasado bastante bien los otros tramos", agregó el ciclista del Movistar.

Explicó que entre su equipo y el Jumbo, que también vio cómo se quedaban sus dos jefes de filas, el esloveno Primoz Roglic y el danés Jonas Vingegaard, cerraron el hueco abierto con otros de los favoritos, menos con Pogacar, que les aventajó en 13 segundos.

"Trece segundos son pocos con los que podían haber sido", dijo el artanenc, que se refirió a la caída de Roglic, que se dejó más de 2 minutos y dijo adiós a muchas de sus opciones de ganar el Tour. "Ha tenido una caída fea, le he visto en el suelo y espero que esté bien y que no tenga nada", comentó.

El ciclista balear señaló que el día fue "complicado, con mucha tensión", pero que "gracias al equipo se ha salvado". "Ahora empieza el Tour", afirmó el Mas, que espera que lleguen las etapas de montaña.