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Voleibol

Dolors Besné, una pionera del deporte mallorquín

La presidente de la Federación Balear de Voleibol sigue demostrando a sus 78 años su pasión por el depoorte desde que a los 14 se dedicara al baloncesto, siendo la primera mujer en España en entrenar a un equipo masculino

Besné posa en su domicilio sosteniendo un balón de baloncesto y de voleibol, sus dos pasiones. T. Tenerife

Dolors Besné Tejada (Palma, 1944) sigue ejerciendo de Dolors. No hay quien la pare. Trabajo, trabajo y trabajo, ese es su lema. A sus 78 años, y tras una larga vinculación al deporte de la canasta tanto de jugadora como entrenadora y directiva, ahora continúa dando guerra como presidenta de la Federació de Volei de les Illes Balears. Cuestión de pelotas, como diría aquel. Del balón de baloncesto al esférico de voley, conduciendo desde hace seis años el timón de esta disciplina deportiva en Balears en modo vocacional. 

Una historia más que curiosa que vale la pena contar. Besné remarca que su llegada fue pura casualidad. Y todo, tras un laberinto de vivencias, circunstancias y la vida misma que la ha llevado hasta aquí. Este es su relato.

Dolors Besné, tercera por la izquierda, subcampeona de España de la sección femenina D.B.

EL BALONCESTO, SU VIDA

Desde los 14 años se dedicó en cuerpo y alma al deporte de la canasta. Primero, como jugadora de «la sección femenina de la Falange, el Sindicadas. Con 18 años fuimos subcampeonas de España, y me nombraron mejor jugadora del campeonato», recuerda Dolors, que se estableció en Madrid porque quería ser periodista. También jugó en el Medina (Madrid) y el Picadero Damm (Barcelona). Tras casarse, dejó a los 23 años el deporte de la canasta, quedándose embarazada de su hijo Tato. Tras separarse de su marido, retomó la actividad deportiva jugando en el UDYR y en el Palma. En el IBERIA ya empezó a hacer sus pinitos como entrenadora. Y marcando tendencia. 

UNA DE LAS PIONERAS

A los 30 años empezó a dar sus primeros pasos en un banquillo. «Hice los cursos nacional e internacional de entrenadora. Empecé a ir a muchos clínics tanto a España como en el extranjero». Y por ser políglota (con un amplio dominio de idiomas), Besné empezó a ser habitual en clínics y conferencias, ejerciendo funciones de traductora. «Esto me facilitó el poder contactar con técnicos de primera línea y aprender de ellos», relata en el repaso de su vida.

Directiva de la Federación Balear de Baloncesto, se apartó paulatinamente al no sentirse valorada

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EL AMOR DE SU VIDA

A la vuelta de realizar el curso nacional se produjeron dos hechos que sin duda marcaron su vida. Por un lado, ser la primera mujer en España que entrenó a un equipo masculino. Algo, en principio circunstancial, «ya que Pedro Zorrozua, que hacía las milicias universitarias, entrenaba al Sant Josep en Segunda Nacional. Había días que no podía salir del cuartel, y entonces era cuando yo me encargaba de dirigir al equipo. Una experiencia maravillosa», recuerda.

El San José Obrero, equipo en el que debutó Besné como entrenadora. D.B.

En la faceta personal, aquella temporada (1979/80) también le marcó al cruzarse en su camino al «amor de mi vida», el joven y prometedor base Toni Villa, que por aquel entonces jugaba en el Patronato. Pese a la diferencia de edad existente entre ambos (16 años), su relación maduró y a día de hoy siguen juntos en su nido de amor de El Terreno. Y ya camino de los 44 años de relación.

EL PRINCIPIO DEL FIN

De los banquillos pasó a ser directiva tanto de la Federación Balear como del Comité Español Técnico de la Española. Pero, el no sentirse valorada por la propia FBIB provocó un progresivo distanciamiento que acabó con el adiós de la propia Dolors al deporte que la encandiló y con la que había compartido «toda una vida». 

«Me aparté del baloncesto balear porque había personas que no entendían que mi predisposición a ayudar al baloncesto de aquí no era para quitar protagonismo al presidente. Solo quería aportar todos mis conocimientos para ayudar al baloncesto, yo no quería protagonismo», explica. 

Besné, en el centro, con el trofeo de mejor jugadora. D.B.

Posteriormente, echó un cable al presidente del CD Jovent, Jaume Palou, cogiendo las riendas del CD Jovent en Liga Femenina 2, tras relevar a Xavi Menal. Un pequeño desastre fue lo que se encontró, salvando los muebles del club de Sa Indioteria. Posteriormente, al integrarse dentro de la Fundació Illesport como técnica, decidió apartarse de forma definitiva al considerar que no era «ético» alternar su ocupación laboral con sus ocupaciones al frente de un club deportivo que recibía subvenciones del Govern».

Al cumplir los 65 años y plantearse su retirada de la Fundació «me planteé aguantar hasta final de legislatura con Biel Gili (director de la Fundació) y con el conseller d’Esports Mateu Cañellas. Trabajé muy a gusto con ellos, en poco tiempo dinamizamos muchas cosas del deporte, aunque no se les ha valorado y se les quitó de en medio por circunstancias políticas, que es lo peor que puede haber en el deporte», sentencia.

En su segundo año al frente del voleibol balear limpió de deudas la federación, al borde de la desaparición

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EL VOLEIBOL

Llegado el momento de parar en la Fundació al alcanzar la edad de jubilación, a Dolors le quedaba un último servicio por hacer. Un favor tanto a Gili (director de la Fundació) como al conseller d’Esports, Cañellas, «con los que trabajé muy a gusto». «Me pidieron que les echase una mano con una serie de federaciones que todavía no habían convocado elecciones. Y empecé con el voley, yendo dos días por semana para estar un par de horas y explicarles cómo debían funcionar. Una especie de asesoramiento». 

«Pronto me dijeron que si podía estar más tiempo, posteriormente como gerente». Y es que la situación por aquel entonces de la Federación Balear era límite, al borde de la desaparición y ahogada por las deudas. «Con la colaboración de personas como el ya ex presidente del Voley Manacor, Joan Mesquida, Biel Amengual del Bunyola, Pep Campillo del CV Sóller y Manolo del Son Ferrer conseguimos en dos años limpiar de deudas la Federación». El siguiente paso -tras siete años en la gerencia-, «presentarme a las elecciones como candidata a presidir la Federación. Pasé de ir un par de días a la semana a asesorar a presidir la Federación de Voley». 

Y ya camino del sexto año de mandato tras ser reelegida hace un año. Y sacando pecho en cuanto al crecimiento del número de practicantes federados, «pasando de las 580 de cuando empecé a las más de 3.700 a día de hoy», remarca con orgullo Besné. «Solo he puesto aquí la experiencia que traía de mi etapa en el baloncesto, y aplicar lo bueno y evitar lo malo», resalta.

Con su marido Toni Villa y sosteniendo el Premio Cornelius Aticus. Tony Tenerife

¡ERES UNA TRAIDORA!

Sin desvelar si se lo decían en broma o no, lo cierto es que nada más entrar en el mundo del voley, desde el entorno del baloncesto isleño le espetaban a la propia Dolors con dicha exclamación. No se entendía que una persona cien por cien del baloncesto pasase a otra disciplina deportiva. «Me rechazaron en su momento. Ahora, otras personas llevan el baloncesto de las islas, pero no me han querido buscar. Yo estoy aquí. No me he ido», reconociendo que si la hubieran llamado en su momento, «habría vuelto». Y es que, dice, «el baloncesto es mi vida, pero ahora quiero mucho al volebol».

INTEGRADORA

Desde que cogió las riendas del voleibol balear apuesta firmemente por el diálogo «por el bien de este deporte. De hecho, en la actual junta directiva integré a dos personas muy críticas como son Toni Figuera (CIDE) y Alfons Ramón (CV Sóller). Y aunque me puedan comentar aspectos en los que yo pueda no estar de acuerdo, al menos podemos hablar, discutir, para llegar a un punto de entendimiento por el bien del volei de las islas».

SALUD DEL VOLEi BALEAR

El estado actual del volei balear nada tiene que ver con el que se encontró hace más de una década. «Ahora está muy bien, somos la quinta federación de voleibol a nivel nacional, muy por encima de Madrid», aunque admite que también padecen el mal endémico de las federaciones pequeñas. «Nos faltan patrocinadores, es muy difícil encontrarlos aquí. Las islas son muy duras en este sentido. Pienso que ha habido un histórico de patrocinadores fallidos que no se han sabido manejar. Y cuando no se usa bien una cosa, no funciona y se estropea».

DAMIÀ SEGUÍ, EL ‘MECENAS’

Y cómo no, la figura del ya desaparecido Damià Seguí y su siempre presente Son Amar también tiene guardado un rincón en el recuerdo de Dolors Besné. «Con sus rarezas, sus espantadas, sus vueltas, a él se le debe muchísimo de lo que ha llegado a ser y es el voleibol en Mallorca. Damià ponía el dinero, pero también estaba a pie de pista, iba a los entrenos, a los partidos ... la verdad es que era divertidisimo», con la anécdota de la famosa botella de ‘Moet Chandon’ que «aún sigo esperando», recuerda entre risas la que sin duda alguna es todo un ejemplo de amor al deporte.

RECONOCIMIENTO INESPERADO

En 2017, Dolors Besné era noticia en las portadas de los rotativos locales en la sección de Deportes. Había sido reconocida con el Premio Cornelius Atticus. «No me lo esperaba. No suelen reconocerte las cosas en vida, y todo lo que he hecho ha sido porque lo he querido hacer, sin esperar reconocimiento alguno», explica. Con un historial deportivo tan extenso, volcada en diferentes facetas, el reconocimiento que se le hizo desde el Govern Balear a una trayectoria deportiva que todavía continúa … «hasta que el cuerpo aguante», sentencia esta luchadora del deporte.

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