Lo que comenzó como un trabajo soterrado, entre técnicos, y sin hacer ruido entre el COE, Aragón y Cataluña para conformar una candidatura conjunta para los Juegos Olímpicos de Invierno 2030, llega a las fechas decisivas con todo con decidir.
No hay acuerdo a la vista para conformar una propuesta que contente a todos, después de numerosos desencuentros y con la certeza de muchos de que este intento no saldrá adelante. Aun así, en el Pignatelli y en el Pirineo insisten en que no tirarán la toalla "hasta el final". La internacionalización del Pirineo y el desarrollo de sus infraestructuras está en juego.
Según las declaraciones públicas del presidente del COE, Alejandro Blanco, este viernes se llega a la «fecha límite» para definir una propuesta conjunta. Diez días después está prevista la visita a España del presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, a quien habría que presentarle un documento pactado entre todas las partes que confirme la misiva enviada hace casi un año en la que se trasladaba la voluntad del Gobierno de España, los de Aragón y Cataluña para acoger por primera vez una cita olímpica en el Pirineo.
La novedad; ser la única cordillera europea que todavía no ha sido sede de unos Juegos es una de sus principales bazas. También el relato de ver de nuevo a Cataluña de la mano de España en un "proyecto de país".
Desde aquella carta, hecha pública en julio de 2021, la candidatura ha quedado herida en varios momentos que hicieron parar el tiempo.
Con los encontronazos del nombre –Barcelona Pirineus; Barcelona-Zaragoza-Pirineos– aún sin resolver, y después una mesa de negociación de «técnicos» que para unos acabó en acuerdo y, para Aragón, obtuvo un resultado "inaceptable" que incumplía la máxima de "en pie de igualdad" a la que se ha agarrado el Ejecutivo autonómico durante meses.
En el camino se quedaron también los intentos de una reunión a dos bandas entre el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente aragonés, Javier Lambán, que en todo este tiempo tan solo se han visto en una ocasión, apenas diez minutos en una conversación informal en la gala de la patronal catalana, a finales de noviembre.
Las fotos de las mesas con sillas vacías y la falta de comunicación con el organismo olímpico en los últimos días revelan las dificultades por las que atraviesa el proyecto.
Mientras, Cataluña no rechaza una propuesta en solitario. El COE dice que "o juntos o nada". Pero el sueño olímpico entra en tiempo de descuento sin muchos recambios en la banda.