El tenis femenino africano vuelve a tener una campeona: la tunecina Ons Jabeur se llevó este sábado la final de Madrid tras sobrevivir a un apagón en el segundo set e imponerse a la estadounidense Jessica Pegula por 7-5, 0-6 y 6-2.

Veinticuatro años después de que la sudafricana Amanda Coetzer ganase el título de Charleston -por entonces de categoría Tier I, equivalente a la actual WTA 1.000-, una jugadora africana vuelve a inscribir su nombre en un torneo de esta entidad, la más importante tras los cuatro Grand Slams.

Jabeur es la primera tenista tunecina y la primera jugadora árabe, hombre o mujer, que se mete entre los diez mejores del mundo. Octavofinalista en Miami, finalista en Charleston y cuartofinalista en Stuttgart, la tunecina prolongó en Madrid su momento y el lunes aparecerá en el séptimo lugar de la clasificación mundial.

Pese a la criba de las primeras cabezas de serie del torneo en las rondas previas, la final ofreció tenis de alta calidad, con la décima y la decimocuarta jugadoras del mundo entregadas al juego de ataque y a los intercambios rápidos.

Fiel al estilo mostrado desde que comenzó en Madrid, Pegula frecuentó la red en cuanto su saque o las devoluciones de Jabeur le brindaron la ocasión. Pero se encontró con una excelente pasadora y tuvo que frenar su ímpetu y probar con más golpes profundos.

La estadounidense se anotó la primera rotura, 3-1, que luego consolidó. Perdió después su siguiente turno de saque y el partido volvió a empezar.

Tras el recital de dejadas firmado por Carlos Alcaraz en su partido contra Novak Djokovic, finalizado minutos antes sobre la misma pista, Jabeur hizo su particular exhibición ante Pegula y sacó buen rédito del que es uno de sus mejores golpes.

Con 5-4, un mal juego de la tunecina al saque estuvo a punto de costarle el set. Con tres ataques fulminantes restableció la igualdad y el impulso de la mini-remontada le dio para romper luego en blanco a Pegula y cerrar el parcial con su servicio.

El peso del partido lo llevó Jabeur, también en los errores. De pronto perdió toque con las dejadas y con los restos y Pegula se fue anotando primero los puntos y luego los juegos.Tantos como para colocar en el marcador un 6-0. Aprendida la lección de la manga inicial, no se dejó esta vez comer el terreno. Una dejada fallida de Jabeur la condenó al 'rosco'.

Con 27 años Jabeur y 28 Pegula, ambas en el mejor momento de sus largas carreras, ni una ni otra iba a asustarse ante perspectiva de jugarse el título en un tercer set.

La tunecina cortó la racha de su rival con una rotura para empezar. Pero cedió su saque a continuación y volvió a romper en el siguiente. El partido estaba roto, aunque la ventaja era para Jabeur y le bastaba con mantenerla.

Pegula lo intentó apurando los golpes al pasillo, pero su oponente llegaba a todo. Un nuevo 'break' le dio un 5-2 casi definitivo. Lo fue, con Jabeur ya inspirada por la cercanía del título. Había pasado una hora y 54 minutos.

Prevista en principio para media tarde, emparedada entre las dos semifinales masculinas, la final femenina se fue al horario estelar gracias a la duración, tres horas y media, del Alcaraz-Djokovic.

Jabeur fue la primera mujer árabe que disputó unos cuartos de final de un Grand Slam, en Australia en 2020, y la primera en ganar un título WTA, en Birmingham en 2021. Era el único hasta el de hoy en Madrid.

En su camino hacia la final derrotó a tres jugadoras con las que tenía balance negativo: la suiza Belinda Bencic (11), la rumana Simona Halep y la rusa Ekaterina Alexandrova. Con Pegula estaba empatada a dos victorias.

Con Jabeur, África regresa al palmarés de los torneos de primera fila, los que entre 1990 y 2008 se denominaron Tier I; de 2009 a 2020 se les dio el nombre de Premier Mandatory o Premier 5 y desde 2021 se llaman WTA 1.000.

En 1998 Amanda Coetzer se impuso en la final de Charleston a la rumana Irina Spirlea por 6-3 y 6-4. Coetzer. La sudafricana estuvo una década entre las diez primeras jugadoras del mundo, llegó a ser la número 3 en noviembre de 1997 y ganó durante su carrera nueve títulos individuales y nueve de dobles.

Desde ella, ninguna jugadora africana había logrado un título de la importancia del ganado hoy por Jabeur.

la tunecina sucede en el palmarés del torneo de Madrid a la bielorrusa Aryna Sabalenka. Antes del parón de 2020 por la pandemia, en 2019 ganó la neerlandesa Kiki Bertens, en 2018 la checa Petra Kvitova y en 2017 y 2016 la rumana Simona Halep.

Kvitova tiene el récord de victorias, tres, en 2011, 2015 y 2018.