«Estoy sorprendido», reconocía Luis García al término del partido. «Es que no me esperaba para nada esta primera parte del equipo», aclaraba el entrenador del Real Mallorca. «Después de cuatro partidos en los que el equipo había jugado de forma alegre, mostrando una buena imagen, me ha sorprendido mucho lo que han hecho. Creo que ha sido una de las primeras partes más decepcionantes que ha hecho el equipo en toda LaLiga y es difícil encontrarle una explicación. Pero esto es fútbol y, aunque en la segunda creo que han salido bien, ya habíamos regalado demasiado y nos han castigado», analizó el madrileño.

Luis García confesó que durante el descanso «habría cambiado a siete u ocho jugadores», sin embargo hasta el segundo gol «el equipo dio un cambio». «He hablado con ellos al descanso y se lo he dicho, ya saben lo que pienso, pero creo que la charla sí ha dado su efecto, al menos durante los primeros 15 minutos del segundo periodo», indicó. El preparador rojillo no tuvo problemas en señalar directamente a dos de sus jugadores: «Amath y Take no han tenido para nada su día. Y se lo he dicho a Kubo. Después de hacer un partidazo el otro día, siendo con diferencia el mejor, hoy no sé qué hace».

Sobre la decisión de dejar a Muriqi solo en la delantera, Luis García confesó que, dependiendo del rival, toma una u otra decisión. «Ha habido muchas imprecisiones, pero jugar con dos arriba tampoco nos asegura la victoria, al menos no lo ha hecho en los últimos siete encuentros. En esta ocasión ha estado él solo y me he decantado por meter a Hoppe en la segunda parte para mantener la presión en las líneas. Creía que era la mejor opción en ese momento», reconoció.

Ya para acabar, el preparador rojillo expresó la impotencia que sintió al tener que presenciar un partido de los suyos desde las gradas del estadio por su expulsión: «Al final te sientes impotente, que no formas parte ni del equipo ni del partido. Se ha ce muy difícil vivirlo desde fuera. Es muy injusto, la verdad. Siento impotencia»