El fútbol balear se ha vuelto a ver manchado esta semana a causa de un nuevo incidente que nada tiene que ver con el deporte y con los colegiados como objetivo. El Comitè d’Àrbitres de Futbol de les Illes Balears ha publicado hoy un comunicado en el que denunciaron las agresiones «físicas y verbales» que sufrió el trío arbitral encargado de dirigir el partido entre el Serverense y el Binissalem (1-1), de Tercera División y disputado este viernes. 

Todo se inició a raíz del gol del empate del Binissalem, que llegó en el minuto 89, muy protestado por los locales al entender que la pelota no había entrado. Desde la grada local empezaron a increpar con insultos al asistente de esa banda, quien también alegó que le habían lanzado monedas; por ese motivo decidió marcharse a los vestuarios, negándose a volver al campo al temer por su integridad. El encuentro estuvo detenido 25 minutos y no se volvió a jugar hasta que no se personó en el campo la Policía Local y la Guardia Civil. 

En el escrito, el COFIB denuncia lo ocurrido y deja claro que situaciones como las vividas en el encuentro no tienen cabida en nuestra sociedad. «Situaciones como las que tuvieron que soportar nuestros compañeros en Son Servera, donde fueron físicamente y verbalmente agredidos están totalmente fuera de lugar y deben ser intoleradas por cualquier persona a la que le guste la propia convivencia cívica humana», explican en el escrito. 

«Instamos al Comité de Competición de la FFIB a que actúe con toda contundencia en defensa de los derechos de los árbitros, para que situaciones como la vivida en el campo del Serverense no se vuelva a producir», concluyen.