Para el Palmer Palma el partido ante el Valladolid era un test, que tenía que evaluar el poder de reacción de un equipo que ha sufrido una transformación cualitativa en las últimas semanas y que lleva muchas jornadas instalado en la cola de la clasificación. Las nuevas incorporaciones tenían que ponerse el mono de trabajo –el equipo casi siempre lo ha llevado puesto– y su experiencia y calidad tenían que posibilitar una victoria que está tardando demasiado tiempo en llegar.
El equipo no podía contentarse con las buenas sensaciones por haber competido. A estas alturas de la temporada el objetivo es ganar, ganar para mantener la esperanza de conseguir la permanencia. Las expectativas eran grandes, pero una semana más, “más de lo mismo”, competir para acabar engrosando la mochila de las derrotas. Los mallorquines dieron la cara en los dos primeros períodos y llegaron al descanso ganando por 37-38, pero en el tercero cavaron su fosa y un parcial de 22-13 sepultó al equipo. En el último cuarto lo intentaron, pero los del Pisuerga supieron nadar y guardar la ropa y la reacción no se consumó (71-64).
Debutaron las tres últimas incorporaciones. Brown anotó 11 puntos y demostró su calidad anotadora. Marinov, pieza importante en la rotación, consiguió 6 tantos y 2 rebotes y Cosialls no anotó en sus 5 minutos de juego.
Los inmobiliarios empezaron el encuentro muy concentrados, realizando una buena defensa y con un acierto ofensivo notable. Gracias a ello, a falta de 3:20, el electrónico señalaba un 10 -19; pero Kuiper, el mejor de los blanquivioleta, permitió la reacción local en las últimas posesiones y el primer acto terminó con un 22-23 favorable a los isleños.
En el segundo cuarto, después de una serie de imprecisiones y precipitaciones iniciales por parte de ambos conjuntos, el cuadro mallorquín se mostró superior y llegó a disponer de un +5 faltando 3 minutos, pero nuevamente un parcial de 5-0 igualó la contienda y se llegó al descanso con un esperanzador 37-38. Brown con 8 puntos y Van Beck con 7, fueron los máximos anotadores de un Palma que había jugado una buena primera mitad.
Pero llegó el nefasto tercer período (22-13) y todo el buen trabajo realizado en la primera parte, se echó a perder. Los de Ciutat no parecían el mismo equipo. Se transformaron, concedieron demasiado en defensa –permitieron canastas fáciles y 4 triples del rival– y se mostraron romos en ataque. Valladolid avisaba con un parcial de 10-0 inicial. Los cambios desde el banquillo no conseguían remediar el paso atrás del equipo. Cuando restaban 3 minutos los pucelanos habían conseguido un +14, pero 6 puntos consecutivos de Pavelka permitieron a los suyos meterse nuevamente en el partido (59-51).
Los mallorquines empezaron mal el último cuarto. Anotaron su primera canasta pasados dos minutos y medio y la distancia se tornó insalvable (65-51). A partir de aquí el empuje visitante con un exceso de precipitación solo consiguió reducir la diferencia a 6 (triple de Brown a falta de 50 segundos). La victoria no peligró para los vallisoletanos y el Palmer sumó una nueva derrota.
Ficha técnica
71 - UEMC Real Valladolid Baloncesto: Pedersen (2), Geks (0), Pantzar (14), De la Fuente (6), Pippen (13). También jugaron Wintering (5), Revilla (1), García Abril (0), Puidet (14), Raffington (0), Kuiper (16).
64 - Palmer Alma Mediterránea Palma: Elijah Brown (11), Wesley Van Beck (14), Pol Figueras (9), Pavel Marinov (6), Amadi Ikpeze (8). También jugaron Marc Peñarroya (0), Kostas Kostadinov (4), Robert Cosialls (0), Joan Feliu (0), Tomas Pavelka (10), Olle Lundqvist (2).
Parciales: 22-23, 15-15, 22-13, 12-13.
Árbitros: De Lucas, Carpallo Miguélez, Villanueva Tena. Sin eliminados por faltas personales. Señalaron antideportiva a Pippen.
