La UD Almería logró ayer en el campo de Ibiza su sexta victoria consecutiva gracias a un penalti convertido por el portugués Dyego Sousa en el final del primer tiempo.

Los de Rubi no lo tuvieron fácil para adelantarse en el marcador y aminorar la solvencia de un Ibiza que no aprovechó ninguna de las oportunidades que ocasionó. La escuadra balear no se lo puso fácil al equipo andaluz, que se tuvo que replegar en la segunda parte ante el acoso de los locales en la busca del empate.

En el primer tiempo, la presión del conjunto almeriense fue constante, pero la defensa celeste logró abortar cada intento de ataque de los rojiblancos. Los almerienses necesitaron de un penalti para que Dyego Sousa pudiera batir a Germán. Un brazo de Javi Lara, supervisado por el VAR, hizo que el colegiado pitara la pena máxima.

Los de Carcedo mostraron en la primera parte un juego compacto, dotes en la verticalidad, rapidez y efectividad a la hora de recogerse, para hacer lo que el técnico riojano siempre reclama: ser un bloque. Por su parte, la rapidez de la plantilla indálica a la hora de recuperar el balón y cortar los intentos de salir desde atrás del Ibiza, ofrecieron un encuentro abierto y un espectáculo digno de dos equipos en forma.