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Atletismo

Joselyn, una historia de superación

La atleta del ADA Calvià, flamante campeona del mundo de duatlón, abandonó la Venezuela de Maduro rumbo a Galicia para huir de la miseria y cumplir su sueño uEn Mallorca desde hace un año, solo piensa en París 2024

Joselyn Brea durante un entrenamiento en las pistas de atletismo de Calvià. | DM

Su radiante y permanente sonrisa no invita a pensar que la vida de Joselyn Daniely Brea (Valencia, Venezuela, 27 años) ha sido un permanente salto de obstáculos. Campeona del mundo de duatlón el pasado sábado en Avilés, la atleta del ADA Calvià se ha ganado a pulso todo lo que tiene, desde que con 19 años se rebeló de la vida “de miseria” que llevaba en su país, devastado por las políticas del fallecido presidente Hugo Chávez y de su sucesor Nicolás Maduro.

Con los Juegos de París 2024 como objetivo, Brea se siente orgullosa de haber conseguido que su madre y hermanas hayan abandonado Venezuela para instalarse en Pontevedra. “Me lo he tenido que trabajar todo mucho. Procedo de una familia humilde en Venezuela y tanto a mis hermanas como a mí nadie nos ha regalado nunca nada. Con 19 años llegué a Galicia y logré mantenerme económicamente por mí misma con las carreras populares. Me dio mucho miedo porque no conocía a nadie. Mi madre me decía: “Si esta es la oportunidad, hay que aprovecharla”.

El mensaje de la persona que más quiere en el mundo la acabó de convencerse, si no lo estaba ya, de que, muy a su pesar, no le quedaba otra que abandonar su país si quería triunfar en el atletismo. “Veía que el país se deterioraba. Quería salir de allí y a nivel deportivo, si no salía, lo tenía muy complicado. Luché por salir de Venezuela y no me daban los recursos”.

Sus comienzos en Galicia los recuerda plenos de dificultades de todo tipo: “Al principio fue muy duro porque en Galicia llueve mucho y en Venezuela hace un sol radiante. Extrañaba a mi madre hasta el punto de decirle llorando que ‘me quiero volver a Venezuela’. Se comía muy bien pero hace mucho frío, estaba sola y siempre he sido muy familiar. Con las carreras que ganaba les ayudaba económicamente como podía”, explica, poco antes de comenzar uno de sus entrenamientos.

Dos años después de su llegada consiguió uno de sus objetivos, el reencuentro de la familia Brea. “En 2016 vinieron mis hermanas y en 2018, mi madre. Viven en Pontevedra. Mi meta siempre había sido entrenar fuera del país y que mis hermanas y mi mamá salieran de Venezuela porque la situación allí cada vez estaba peor y todo iba decayendo”, afirma con orgullo. El año de su llegada a España recuerda con pena la situación en Venezuela: “En 2014 fue cuando Hugo Chávez murió. La situación del país ya era muy mala, pero la llegada de Maduro lo empeoró todavía más. Cuando decidí quedarme en España le empecé a mandar ingresos a mi mamá y aún así no les alcanzaba para la comida”.

Después de seis años en Galicia notó que necesitaba un cambio de aires. Y en este cambio tiene mucho que ver su actual entrenador en el ADA Calvià, Johny Ouriagli, un personaje clave en esta historia, al que conoció en diversas concentraciones de atletas. “Vine a Mallorca en enero de 2020 para una prueba. Sentía que en Pontevedra ya había pasado mi ciclo. No estaba a gusto. Quería cambios en mi vida. Me sentía atrapada porque no sabía con quién podía entrenar. Con mi entrenador en Galicia tuve una relación muy familiar. Me alojé en su casa con su mujer e hijas. Pero cuando le dije que me quería ir no se lo tomó muy bien y perdimos el contacto. Tenía que pensar un nuevo sitio para vivir -prosigue- y entrenar. Y fue entonces cuando pensé en Johny. No me lo pensé dos veces y le llamé: ‘He pensado en venir a Mallorca. ¿Quieres ser mi entrenador?’ Y aquí estoy. Fue mi salvador”, afirma con emoción.

Monitora de niños de entre tres y seis años en Calvià, Brea, que se marca como objetivo correr los 5.000 y 1.500 metros en los Juegos Olímpicos de París 2024, resta importancia a su trayectoria vital. “Muchos deportistas tienen historias complicadas. La mía es una más. Ahora que estoy trabajando con niños quiero enseñarles que el día de mañana hay que tener constancia, determinación y saber que si te caes debes volverte a levantar porque si no, no vas a ningún lado”.

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