El Palma Futsal dejó escapar la victoria frente al Levante (1-1) tras ir por delante en el marcador casi todo el partido con un gol que encajó a cincuenta segundos del final cuando el rival apuraba los segundos jugando con portero-jugador y tras desperdiciar varias ocasiones en la segunda mitad para ampliar la ventaja y sentenciar el partido. Los palos evitaron un marcador más abultado.

Se presumía una dura batalla entre dos equipos que cuentan con grandes plantillas y que son las alternativas al poder establecido. Cada balón era una disputa y cualquier error podía suponer perder el partido. El Palma Futsal apostó por su guion habitual sintiéndose protagonista ante 3.200 espectadores que llenaban el Palau. Da igual el rival, el nivel, el presupuesto. Los mallorquines buscan dominar desde el principio y más en casa. Higor mandó el balón al palo en la primera gran ocasión. Primer aviso serio a un rival que equilibró fuerzas. Barrón paro un mano a mano a Rubi en una de las acciones más destacadas de los valencianos antes de que Marlon adelantara al Palma Futsal con un certero disparo que batió a Jiménez. Los de Antonio Vadillo tuvieron dos ocasiones más para ampliar la ventaja justo antes del descanso pero el portero rival salvó la ocasión de Nunes y Mancuso se topó de nuevo con el palo.

El Levante tuvo la ocasión más clara en el comienzo de la segunda mitad con un remate al palo y cuyo rechace pegó de nuevo en el palo tras tocar en Tomaz. Fueron los minutos en los que el rival gozó de las mejores ocasiones. La portería se alió de nuevo con los locales en un disparo de Roger que devió Barrón y pegó en la madera en segunda instancia.

El partido se abrió dando paso a un intercambio de golpes en el que los baleares tuvieron opciones claras de ampliar la renta. Hamza le robó el balón a Higor cuando éste se disponía a marcar el segundo y Maxi Rescia sacó bajo palos un remate de Mancuso. El Palma perdonaba. Rivillos fue expulsado pero los baleares no pudieron aprovechar la superioridad para marcar el segundo. El Levante apostó por jugar con portero-jugador. Barrón atajó un doble penalti a Araça a minuto y medio para el final y antes de que Pichu marcase el gol del empate. Jarro de agua fría.