El Barcelona, que tiene de plazo hasta octubre para decirle a Nike cuál será su patrocinador principal de la camiseta el curso 2022-2023, prácticamente descarta renovar con el actual, Rakuten, a causa de que la multinacional japonesa no está dispuesta a regresar a los valores económicos 'prepandemia', algo indispensable para el club azulgrana según avanzó el diario 'ARA' y pudo confirmar EFE.

Desde la temporada 2017-2018 hasta la 2020-2021, Rakuten pagó al Barcelona 55 millones de euros anuales más variables, pero la ampliación del acuerdo hasta el 30 de junio de 2022 se hizo con una rebaja muy sustancial: 30 millones más variables.

Además de los condicionantes de la pandemia, la empresa dirigida por Hiroshi Mikitani no está contenta con el trato recibido por el club azulgrana durante estos años de patrocinio y considera que los objetivos que se marcaron al inicio del contrato no se han cumplido.

A pesar de ello, con el cambio en la presidencia del Barça en marzo, los ejecutivos de Laporta se citaron con los responsables de Rakuten para intentar alargar la alianza más allá de 2022, pero los números han dictado sentencia.

Durante este verano, el Barça ha recibido otras ofertas para el frontal de su camiseta. Entre ellas, las explicadas por EFE procedentes de empresas de 'crypto exchanges' (punto de compraventa de criptomonedas), pero la entidad catalana no las contempló como una opción interesante, al considerarlo un sector especulativo, de riesgo, muy variable y poco ético.

Encima de la mesa hay otra oferta que el Barça está analizando de forma seria porque cumple con sus expectativas de patrocinio en un activo tan relevante, sobre todo en un momento en el que el club está muy necesitado de dinero por su crisis económica.

Por otro lado, estos últimos meses se han recibido ofertas para la manga izquierda de la camiseta, que ahora está libre después de que Beko renunciara a renovar este activo cuando finalizó su contrato el 30 de junio de 2021.

Según fuentes del club, una de las empresas interesadas fue Cupra, que ya es patrocinador global del Barça y patrocinador secundario del Barça femenino. La filial de SEAT estaba dispuesta a incrementar de 4 a 10 millones de euros la cantidad anual que paga al Barça, lo que significa que valoró en 6 millones el activo de la manga.

Pero el club azulgrana declinó la oferta porque eso suponía tres millones menos de los que pagaba Beko y prefirió no hipotecar el activo durante años con valores económicos propios de la pandemia.