El mallorquí Enric Mas gastará hoy su última bala en sus aspiraciones en la Vuelta, en una etapa inédita y de gran dureza, como explica Óscar Pereiro, vencedor del Tour 2006 y embajador de la ronda española.

Un día Javier Guillén, director de la Vuelta, le llamó: «Tengo que hacer tres etapas en Galicia. Me gustaría ir por la zona de Vigo. ¿Pero hay montaña por allí?». «¿Qué si hay montaña? Solo si has montado en bici la conoces. Hay montaña y de la buena», le dijo.

Guillén cogió un vuelo y Pereiro lo fue a buscar al aeropuerto. Empezó a enseñarle puertos, cortos pero a cada cual más duro. «Para, para. Está hecho. Prepárala», dijo Guillén antes de ver el recorrido de hoy. «Es tan y tan dura, todo el final por carreteras donde yo entrenaba, que en toda mi vida de ciclista profesional solo he encadenado una vez los cinco puertos de esta etapa», explicó el gallego. «¿Tan dura es?», insistió Guillén. «Es la etapa para dar la vuelta a la Vuelta», sentenció Pereiro.

La Vuelta entró ayer a Galicia para que una escapada resistiese en Monforte de Lemos el empuje del pelotón y obsequiara al danés Magnus Cort Nielsen con su tercera victoria. El líder Primoz Roglic, como Enric Mas, como ‘Superman’ López, como Egan Bernal, se reservaron para la emboscada que les aguarda.

Pereiro no la ha querido volver a hacer en bici. «Es muy dura. Solo la he hecho en coche. Los últimos 90 kilómetros discurren por un territorio sin llano. Se sube y se baja un puerto. Y así hasta en cinco ocasiones. Si se corta un corredor es imposible que vuelva a enlazar y más complicado todavía que se reagrupe un equipo. Y hay un desnivel positivo de 3.200 metros. Es una auténtica encerrona. Es la etapa que puede sorprender, al margen de las que todos conocían en Asturias. Y en algunos puertos hay rampas que superan el 20%. Va a ser una emboscada a todos los niveles», sentencia.

Los corredores, después de 19 etapas y recorrer España de punta a punta, se van a encontrar con 202 kilómetros de recorrido y cinco puertos que no figuran en ninguna literatura ciclista: Vilachán, Mabia, Mougás, Prado y Castro de Herville, donde está la meta, en el Consello de Mos, por donde creció y empezó a ir en bici Pereiro. «Los ciclistas gallegos conocemos esta zona y es muy dura. Es terreno para que Bernal luche por alcanzar el podio, al igual que Jack Haig y hasta el Emirates para reafirmar a David de la Cruz entre los diez primeros. Y, evidentemente, el Movistar. Si entre todos ven que Roglic se queda solo en compañía de Sepp Kuss a las primeras de cambio, habrá espectáculo», afirma.

Roglic podrá decir tras cruzar la cima de Castro de Herville que tiene la prueba ganada puesto que el domingo parece ser el único candidato a imponerse en la contrarreloj final.

Y ojo que, como advierte Pereiro, el último puerto, aunque ha sido catalogado de segunda categoría, tiene miga. «Las rampas iniciales son una exageración. Luego, a la mitad de los 9’7 kilómetros de subida, se suaviza, pero al final se vuelve a endurecer. Esa parte se asemeja mucho a Peyragudes, en los Pirineos, allí donde ganó Valverde en el Tour de 2012», avisa. A las 14:30 horas, superada la ciudad de Tui, empezará este sábado el festival. No hay que perdérselo.