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un hito para la historia

Joan Gomis, 60 años de su mayor gesta

El legendario deportista de Porto Cristo conquistó el Campeonato del Mundo de pesca submarina hace seis décadas en aguas de Almería

Joan Gomis, con el trofeo de campeón del mundo que conquistó en Almería. Joan Gomis

El 21 de agosto se cumplieron sesenta años de la gran gesta deportiva protagonizada por Joan Gomis Vives Conill. El ya destacado practicante de la pesca deportiva mallorquín ponía la guinda de oro a su brillante palmarés deportivo alzándose campeón del mundo de su disciplina en aguas de Almería. Un acontecimiento que fue celebrado con todos los honores, tanto en Manacor, como en su Porto Cristo natal.

Nacido en la localidad costera del Llevant el 9 de abril de 1935 en el seno de una humilde familia de campesinos, su padre Antonio, descendiente de Artà, que trabajaba de labriego y pastor en la finca de la familia Servera, contrajo matrimonio con Rosa Vives del Vall de Son Tovell de Son Carrió. Joan, de pequeño ayudó a sus padres en las tareas del campo, hasta que se enroló como ‘al.lot’ de barca en el bou ‘Guadalupe’ con Tomeu Pelat como patrón de la misma.

Contaba Gomis en una entrevista concedida a Joan Tur para la revista local 7Setmanari que se sumergió por primera vez en el mar cuando tenía 17 años. «Fue un día que habíamos salido a pescar con la barca del bou ‘Guadalupe’, Carlos Abellanet, es ‘Patró Pelat’ y yo frente a la Costa de los Pinos; una vez allí les pedí los lentes y la escopeta de pesca y me lancé al agua. Cacé un tort y tres escòrperes. También estaba con nosotros Joan Ballester Moragues, el dentista de Muro que era el seleccionador nacional de Pesca Submarina», desveló.

Aquel día Joan Gomis se dio cuenta que podía cazar buenas piezas para ayudar a su familia. Se entrenó, en solitario, hasta perfeccionar sus conocimientos submarinos y llegó a bajar a los 34,5 metros de profundidad, aguantando un minuto y medio a dicha profundidad. Su primera escopeta fue de elástico y la segunda una ‘Memrod’ pagada a plazos. Joan seguía entrenando de cada día con mayor ilusión con sus rudimentarios aperos, hasta que un día, un señor de Andorra quedó admirado de la capacidad de resistencia bajo el agua de aquel joven, bajito y con un cuerpo nada atlético y quiso regalarle un equipo completo de buceo con el que prosiguió sus entrenamientos, sacando del agua muchas langostas y peces grandes, como aquel de 100 kilos que más tarde pescaría en aguas brasileñas, o los 300 kilos de captura en un día, extraídos de las aguas del Océano de Canarias.

Gomis empezaría su brillante escalada deportiva en 1959 cuando quedó cuarto en el Campeonato de España de Pesca Submarina, celebrado en aguas de Cala Rajada. Aquel meritorio cuarto puesto de la clasificación marcaría el punto de inflexión de una trayectoria jalonada por una larga lista de éxitos alrededor del mundo.

Con sus primeros éxitos, Joan Gomis había cogido el relevo de los mallorquines Bartomeu Piqué y Bernat Martí y se convertiría en el primer mallorquín campeón del mundo, aquel 21 de agosto de 1961 en las aguas que bañan el Cabo de Gata en Almería. Aquel título mundial le valió el reconocimiento popular e institucional de sus convecinos de Porto Cristo y del consistorio de Manacor, que le tributaron un multitudinario homenaje de recibimiento y paseo triunfal por las calles de la población a bordo de un coche descapotable y con vítores de «¡Campeón, Campeón!».

Asimismo fue galardonado con la Medalla de Oro de la ciudad de Manacor, medalla de Plata al Mérito Deportivo del Consejo Superior de Deportes en 1962, 1966 y 1969 y otras distinciones. En 1966, cinco años después del mundial, el Club Perlas Manacor organizó el ‘Trofeo Joan Gomis’, patrocinado por la Caja de Pensiones.

Después de la conquista del campeonato mundial, su palmarés se vería engrosado con la consecución de dos campeonatos de Euro-África, en la localidad siciliana de Ustica, donde, al año siguiente, la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas le galardonó con el Tridente de Oro.

Gomis, con una pieza de enorme tamaño tras ser capturada.

Gomis, con una pieza de enorme tamaño tras ser capturada. Joan Gomis

A lo largo de su dilatada y brillante carrera profesional, Gomis se sumergió buceando en aguas de muchos países del mundo, como Portugal, Italia, Francia, Perú, Chile, Tahiti, Brasil, Yugoslavia, Cuba, Bahamas… además de todo el litoral de la geografía española. Un sinfín de viajes que, según Joan, le enseñaron mucho y le dieron la oportunidad de conocer a mucha gente de todos los niveles sociales y de hacer un sinfín de amistades.

De las múltiples entrevistas que Gomis concedió a distintos medios de comunicación, pueden sacarse muchas conclusiones de cómo era el Gomis deportista campeón y el Joan Conill persona: «No soporto las injusticias, ante ellas me descompongo y aflora mi genio, no me callo y canto las cuarenta si hace falta». Dijo en una ocasión, a la vez que manifestó que no era en absoluto rencoroso, «Además no acepto el hombre rencoroso, ni lo concibo. Yo exploto, a veces, ante cualquier jugarreta, pero el enfado se me pasa y a otra cosa, de lo contrario uno viviría amargado toda la vida».

Gomis, por su condición de gran nadador y buceador participó en varias acciones de socorrismo, así como también en la difícil tarea del rescate de cadáveres del fondo del mar; unas acciones humanitarias, principalmente esta última, que para el deportista fueron «casos muy desagradables, pues vives unos momentos que para nadie los deseas, pero que has de afrontar solo pensando en que vas a realizar un acto humanitario. Son momentos que te dejan huella para toda la vida». Estas palabras se las confesó al periodista de este diario, Francisco Riutort (EPD), autor del libro ‘Un Campió… Joan Gomis Vives’.

Además de la pesca, la otra gran pasión de Gomis era la caza y practicaba la caza con podencos, «que para mí es la más espectacular. En mi vida he cazado con escopeta, por la simple razón que la escopeta no conoce a su dueño, pero, en cambio, los perros sí lo conocen y respetan», decía.

Joan Gomis, con un jóven Pep Amengual.

Joan Gomis, con un jóven Pep Amengual. Joan Gomis

En cuanto a la faceta humana de Joan Gomis, todos los que tuvieron ocasión de tratarle, bien fueran compañeros de profesión en la pesca de bajura, compañeros de equipo en el deporte que practicaba o rivales directos en las competiciones, periodistas, o simplemente amigos, coincidieron en valorar sus grandes cualidades humanas, como su sencillez, su buen sentido del humor, su sentimiento de amistad y sobre todo su amor y entrega hacia su familia.

Predecesor e ídolo del considerado mejor pescador de submarina de todos los tiempos, el también mallorquín Pep Amengual, con el que le unía una gran amistad, Gomis se vio obligado a abandonar la alta competición a causa de un amago de infarto. Sin embargo, siguió ligado al mar y a la pesca saliendo casi a diario a pescar en barca por aguas del levante mallorquín, hasta el fin de sus días. Joan Gomis Vives falleció el 31 de mayo de 2003, a los 68 años, en el hospital de Manacor, víctima de un segundo infarto que no pudo superar. La noticia de su muerte, causó honda consternación en toda la isla y entre los distintos sectores del mundo del deporte. Porto Cristo y Manacor le tributaron un sentido homenaje de despedida.

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