Golpe de efecto del Sevilla, que ha hecho oficial el fichaje del delantero Rafa Mir, cuya incorporación cerró ayer jueves por la noche. El futbolista mallorquín, aunque nacido en Cartagena, era uno de los atacantes más deseados del verano tras la buena temporada realizada la pasada campaña con el Huesca (13 goles en Liga, más tres en Copa) y después de su actuación en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Objeto de deseo también del Atlético de Madrid, que negoció incluso con el Wolverhampton inglés, Mir llegó a figurar también, antes de su irrupción goleadora en Tokio, en las agendas del Valencia y Betis.

Al delantero, de 23 años y 1’91 de altura, se le llegó a relacionar este verano con el Mallorca ya que su familia paterna vive en la isla y su hermano juega en el cadete bermellón.

Su alta cotización dejó fuera de juego a todos, excepto al Atlético de Madrid, que negoció sin éxito su fichaje ante las pretensiones del club de la Premier, y un Sevilla que finalmente se ha hecho con sus servicios en una operación casi relámpago.

Monchi, el director técnico de los andaluces, había intentando durante semanas firmar a Joselu (Alavés), su primer objetivo para apuntalar la delantera, pero los 20 millones exigidos por los vascos le llevaron a buscar alternativas. Entre ellas, Rafa Mir, quien había señalado al acabar los Juegosganó la medalla de plata con la selección española– su deseo de continuar jugando en la Liga española.

Las negociaciones entre el Sevilla y el Wolverhampton se desarrollaron con rapidez y este jueves se cerró un acuerdo para su traspaso que ronda los 16 millones de euros (unos 12 fijos más distintas variables). Firma hasta 2027 con los andaluces.

El futbolista se despidió el jueves por la tarde, a través de sus redes sociales, de los aficionados de los Wolves y por la noche viajó hasta Sevilla para rubricar el acuerdo, que esta tarde se ha hecho oficial por parte del conjunto andaluz.