"Hoy hemos bajado a Segunda División", se lamentaba resignado un veterano aficionado cuando abandonaba Son Moix. Quizá su lamento sea exagerado a falta de doce jornadas para el final y con la salvación a tres puntos, pero esta derrota ante el Getafe es de las que hacen mucho daño. Los madrileños se llevaron los tres puntos de Son Moix gracias a un gol de Maksimovic en el minuto 67 en un partido bronco en el que los bermellones fueron incapaces de crear ocasiones claras de peligro. Todo un palo de dimensiones desconocidas en este momento tan importante de la temporada y por mucho que el adversario fuera el equipo de moda del fútbol español y que esté brillantemente en los octavos de final de la Liga Europa.

La salvación es posible, pero las señales que emite el equipo, que lo da todo pero que no da para más, no invitan al optimismo. Comete errores en las dos áreas -Budimir faltó en ataque por lesión- y paga su falta de oficio frente a adversarios más talentosos y con más experiencia. El duelo ante el Eibar del sábado, sin Salva Sevilla tras ser expulsado cuando ya estaba en el banquillo, es una final, por mucho que sea un tópico.

El Mallorca no se podía justificar con que no sabía que el Getafe juega muy intenso, quizá como nadie en esta Liga. Se dio cuenta pronto de lo que le esperaba durante el partido, con un rival muy hermético y con la suficiente calidad como para hacer daño. Daba la impresión que era superior al adversario, pero esto solo era de cara a la galería, porque no encontraba espacios. Ya le iba bien a los visitantes esperar y esperar hasta que vieran su oportunidad. Y el problema es que una absurda pérdida de balón de Baba provocó la primera oportunidad, con un buen pase de Olivera que remató Mata de cabeza y que se encontró con la buena intervención del portero. Fue un buen ejemplo de que el Getafe tiene muchos dientes y que está dispuesto a morder en cualquier momento.

El Mallorca mejoró con el paso de los minutos moviendo más el balón, tratando de mover el árbol para encontrar un hueco. Pozo, demasiado revolucionado en alguna ocasión, y Kubo, lo intentaban por la banda derecha con algunas buenas internadas, mientras que en la izquierda solo daba señales de vida Lumor, con un Lago desaparecido.

Cucho, con el difícil papel de sustituir al imprescindible Budimir, estaba demasiado solo y Dani Rodríguez y Salva Sevilla se ahogaban con la fuerza del centro del campo de los de Bordalás. De hecho, un tiro de Valjent fue el primero de los locales a la media hora y se fue a córner. Después alguna buena acción con mal final, en el último pase o por acierto de la zaga, evitó que hubiera ocasiones reales de peligro. El Getafe tampoco hizo nada del otro mundo en ataque, más allá de un disparo de Arambarri y una volea de Etebo a las nubes.

El Mallorca empezó activo en la segunda parte, con un Lago que quería demostrar que estaba en el partido. El marfileño, después de una buena acción en velocidad y sentar a Djené, se quedó escorado para rematar en condiciones. Ahí se quedó la aportación del extremo. Moreno quería más ritmo en el juego. Pero eso no se traducía en ocasiones. El que sí asustó de verdad fue Etebo. Primero con una volea que no encontró rematador y que se paseó por delante de la línea de gol y la segunda, sobre todo esta, con una volea que rozó en Dani Rodríguez y que obligó a Reina a exhibirse.

Moreno dio entrada a Chavarría para ofrecer ayuda a Cucho y retrasar la posición de Dani Rodríguez. Las cartas estaban boca arriba, pero todo siguió igual hasta que el Mallorca bajó un momento su atención. Fue el tiempo necesario para que Kenedy, con Pozo defendiendo con la mirada, centrara con precisión a la cabeza de un Maksimovic que estaba solo, con Lumor cerrando mal, para batir a Reina. Un palo terrible que enmudeció a los 14.241 espectadores que acudieron al estadio. Con veintitrés minutos por delante había margen para la reacción, pero el Getafe tiró de oficio, quizá demasiado para este Mallorca tan inocente.

Con Abdón y Febas sobre el césped, tampoco cambió la dinámica. Incluso Deyverson pudo meter el segundo. La ansiedad y las prisas aparecieron, algo que suele ser sinónimo de malas noticias. Solo la entonación del himno del Mallorca iniciada por los Supporters y el recurrente 'sí, se puede' elevó los decibelios, pero el equipo ya no podía más, por mucho que a la desesperada lo intentara Lago con un remate. La pena es que una discusión en el banquillo costó la expulsión de Salva Sevilla, que ya había sido sustituido, y que será baja ante el Eibar. Esta cuesta está muy empinada, pero hay tiempo.

Real Mallorca: Reina; Pozo, Raíllo, Valjent, Lumor; Baba (Febas, min. 76), Salva Sevilla (Chavarría, min. 55), Kubo, Lago, Dani Rodríguez y Cucho Hérnández (Abdón, min. 71)

Getafe: David Soria, Damián, Djené, Etxeita, Olivera, Arambarri, Maksimovic, Etebo (Timor, min. 89), Kenedy (Amath, min. 77), Ángel (Deyverson, min. 69) y Mata.

GOLES: 0-1; Maksimovic cabecea a placer (min. 67).

ÁRBITRO: Melero López (C. Andaluz). TA T. amarillas: Ángel (min. 29), Etxeita (min. 58), Chavarría (min. 78), Deyverson (min. 80), Etebo (min. 81), Olivera (min. 86), Cucho (min. 90), estando en el banquillo), el técnico Vicente Moreno (min. 90) TA T. Rojas: Salva Sevilla (min. 90) Doble amarilla por protestar estando en el banquillo).

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