«Aquí tenim un idioma que mai no se morirà / no mos deixarem tombar / ni que hi hagi la Real Acadèmi Baleà». Con estos y otros muchos versos improvisados, el Glosa Fest animó este sábado al público a acudir a la manifestación de esta tarde en la plaza Major de Palma para defender el catalán. «Tenim un idioma noble que mai hem d’amollar / però també un poble que ho ha de guardar», tal como recordaron los glosadores Pau Riera y Miquel Servera durante sus tonades en la segunda edición del festival de improvisación, que abarrotó la platea del Auditorium de Palma.

Los espectadores –«la meitat de les butaques son de les nostres famílies», bromearon– rompieron en aplausos con todas estas arengas, a las que también se unieron Macià Ferrer y Maribel Servera con sus dècims.

El espectáculo de combates poéticos comenzó con las glosas de Mateu Matas (Xurí), Maria Magdalena Amengual y Alícia Olivares, y el primero aprovechó la vestimenta de negro de ambas mujeres para lanzar puyas sobre la elección del color –«en lloc d’una festa pareix un funeral», dijo Xurí–. Ellas se vengaron con críticas a su falta de elegancia, aunque la disputa al final quedó en tablas y todos disfrutaron de «fer realitat la quimera de glosar entre els més grans», como resaltó Amengual haciendo referencia a los repentistas cubanos (así les llaman en el país caribeño).

Los repentistas cubanos DM

De isla a isla

La Associació Cultural Glosadors de Mallorca invitó este año a dos de los mejores improvisadores del mundo, Alexis Díaz (Pimienta) y su discípulo Leandro Camargo, acompañados por Fernando Murga (Murguita), que en esta ocasión dejó la poesía a un lado para tocar el laúd. De la música para los glosadores y repentistas se encargó además la guitarra de Annabel Villalonga.

El maestro Díaz dio las «buenas noches» al público de «Manacor» y como la confusión provocó algunas risas, pidió disculpas con unos versos que avanzaron el gran nivel de quienes estaban en el escenario. El también director de la Cátedra de Poesía Improvisada de la Universidad de las Artes de Cuba y subdirector del Centro Iberoamericano de la Décima y del Verso Improvisado, y el que fuera su alumno hablaron de «un país que se llama poesía» y se alabaron mutuamente antes de dar protagonismo a los espectadores.

Pie forzado

Desde las butacas tenían que proponer «un verso octosílabo» para que los repentistas hiciesen una improvisación con «un pie forzado, una tradición literaria del Siglo de Oro». Los asistentes les dieron versos finales como «y sin embargo te quiero», «detesto la monarquía», «Mallorca improvisando», «nos gusta Rafa Nadal», «qué guay es el Auditorium», «el mejor padre del mundo», «al final veo la luz» y «el viaje valió la pena»; y Díaz y Camargo fueron alternándose para crear décimas.

Culminaron su actuación con una controversia recitada sobre el tema «libertad», uno a favor y el otro en contra, tal como escogió el público, y finalmente el Glosa Fest llegó al clímax con los trovadores mallorquines y cubanos juntos improvisando en el escenario.