El siglo XX no había concluido y el cine francés alumbró otra de sus voces más personales, la de Laurent Cantet, que en 1999 ganó el premio de Nuevos directores en el festival de San Sebastián y el premio César a la mejor primera película por ‘Recursos humanos’, una excelente y ácida reflexión sobre los conflictos laborales entre patronos y sindicatos. El director ha fallecido hoy a los 62 años, tras una larga enfermedad, dejando una filmografía curiosa, inteligente, con algún altibajo, cierto, pero muy coherente en líneas generales.

Una filmografía que tendría otros dos momentos de especial esplendor con su segundo largometraje, ‘El empleo del tiempo’ (2001), y con el cuarto, ‘La clase’ (2008). Este último le reportó la Palma de Oro en Cannes y trata un tema muy cercano al director –el de las complejas relaciones y divergencias raciales, generacionales y de clase entre los alumnos de un instituto y un profesor–, ya que sus padres habían sido también profesores de escuela.

En el caso de ‘El empleo del tiempo’, su mejor filmese acercó con mucho tacto a una historia real que sirvió también de base inmediatamente después para la película de Eduard Cortés ‘La vida de nadie’ (2002). Su protagonista se queda sin trabajo y, por vergüenza o humillación, por miedo a perder el respeto y la integridad, no le dice nada a su esposa, familiares y amigos. Se inventa entonces un empleo inexistente y pasa los días vagando sin rumbo en coche o a pie, otro empleo del tiempo.

Nuevas aventuras dramáticas

Cantet se encontraba entonces en su mejor momento y probó nuevas aventuras dramáticas con ‘Hacia el sur’ (2005), protagonizada por Charlotte Rampling y centrada en el turismo sexual y la expoliación culturas perpetrada por Occidente. ‘La clase’ lo situó en el mejor de los escenarios posibles, pero el cineasta decidió hacer incursiones en otros territorios sin repetir fórmulas de éxito más o menos seguro.

De este modo realizó un episodio para el filme colectivo ‘7 días en La Habana’ (2012), en el que también participaron Julio Medem, Gaspar Noé, Benicio del Toro y Pablo Trapero. ‘Foxfire: Confesiones de una banda de chicas’ (2012) fue un intento de salir de su zona de confort adaptando en inglés una novela de Joyce Carol Oates sobre un grupo de chicas que, en una zona obrera estadounidense en 1955, forman una sociedad secreta que no se rige por las normas sociales.

Con ‘Regreso a Ítaca’ (2014) volvió a La Habana para narrar la historia de un exiliado cubano. ‘El taller de escritura’ (2017) enfrenta a varios personajes en el proceso de creación de una ficción policiaca, mientras que ‘Arthur Rambo’ (2021), su obra póstuma, navegaría, con resultados más discretos, por las redes sociales como constructora de mensajes de odio, los poderes mediáticos y la creación de realidades sacadas de su contexto.