Unas 900 personas, según la información facilitada por el Ayuntamiento de Palma, han asistido este Viernes Santo al Via Crucis de Llorenç Moyà en ses Voltes, a cargo de Taula Rodona Teatre. Desde hace 37 años, excepto durante la pandemia, se representa este espectáculo donde la austeridad de la puesta en escena, la música y las voces consiguen atraer año tras año a un numeroso público.

Bajo la dirección y presentación de Bernat Pujol, con la producción del Ayuntamiento de Palma, el Via Crucis es uno de los actos tradicionales de la Semana Santa en Ciutat. Basado en el poemario de Llorenç Moyà, que se publicó en la colección Ganímedes en 1961, relata la Pasión de Cristo en 14 estaciones. Desde 2022, la representación comienza en Cort hasta llegar a ses Voltes, una ubicación mucho más amplia para acoger a los espectadores que antes se agolpaban en las escalinatas de la Seu. 

Un año más, Àngel Colomer ha encarnado a Cristo, y Ana García, a la Virgen. Han completado el elenco Xisca Sureda (Verónica), Sara Mingolla (Cirineo), David Martín y Toni Borràs (soldados), y Eric Mascaró y Rafel Pizarro (ladrones). Como lectores, han intervenido Catalina Sureda, Maria Magdalena Aguiló, Pep Banyo y Miquel Garau, además de la voz de Vicky Pieniazeck. En cuanto a la música, esta ha ido a cargo de Jaume Salom, Carlos Gil y Teresa Gil

Pese a la gran afluencia de público, que ha seguido el Via Crucis sentado en las sillas instaladas para la ocasión o desde Dalt Murada, en este edición la asistencia ha sido algo menor a la anterior. Entre los espectadores, ha estado la presidenta del Govern, Marga Prohens, acompañada de otros cargos políticos y de familia.