«El teatro es paz», ha defendido la actriz Llum Barrera durante la lectura del mensaje por el Día Mundial del Teatro, redactado este año por el ganador del Nobel de Literatura 2023, el escritor y dramaturgo noruego Jon Fosse.
Barrera ha pronunciado el discurso de Fosse en el Teatre Principal de Palma, epicentro de una jornada cuyos orígenes se remontan a 1962. Un texto con el que se ha querido reflexionar sobre el arte y no sobre la dramaturgia en particular, porque «todo buen arte, en lo más profundo, gira en torno al mismo eje».
«La guerra y el arte son opuestos, así como la guerra y la paz son opuestas. Así de simple. El arte es la paz», ha subrayado Barrera parafraseando a Fosse. «La guerra es la batalla contra lo que yace en lo más profundo de cada uno de nosotros: lo único. Y es una batalla contra todo arte, contra la esencia más íntima de todo arte», ha subrayado la actriz mallorquina.
Familiares y amigos de los homenajeados
El acto ha contado con la presencia de familiares y amigos de las veinte personalidades homenajeadas con una placa en las butacas del teatro. Entre los presentes se encontraban Llorenç y Margalida Capellà, Neus Cortès, Magdalena Aguiló, Joan Bibiloni, Joan Carles Bestard y algunos extrabajadores del Principal. Durante la celebración ha habido parlamentos del presidente y la vicepresidenta del Consell, Llorenç Galmés y Antònia Roca, respectivamente. Y al final, en el hall, se ha producido el brindis.
Reclamaciones del sector
Como en años anteriores, el Día del Teatro se ha celebrado como una fiesta pero también como una celebración no exenta de peticiones. La actriz y docente Assun Planas, que ya trabaja en una nueva edición del Teatre Social per a la Ciutadania (inscripciones en musicaiescena@palma.cat), ha reclamado a este diario que «los actores y actrices puedan trabajar con continuidad, que puedan hacer temporada, para que puedan entender cómo crece una obra de teatro». También ha pedido «más cuidado» hacia la figura del actor, «que al fin y al cabo es la materia prima» de un arte que «ayuda a entendernos y entender lo que ha sucedido y nos sucede, algo muy necesario en este momento porque lo que falta es voluntad para el entendimiento. A pesar de tantas redes sociales lo que falta es comunicación», ha lamentado.
Para el dramaturgo y crítico teatral Rafa Gallego, «lo que le urge al teatro es industria, que se intensifiquen las sinergias entre la iniciativa privada y la pública para que los proyectos tengan más posibilidades de que sean rentables, para canalizar el talento que indudablemente existe con nuevas oleadas de intérpretes, dramaturgos, directores o técnicos, y se reciban más y mejores ayudas».
«Hay que generar eso que es tan fácil de decir y tan difícil de hacer, generar público, nuevos espectadores. La oferta debería ser amplia y mirar hacia públicos distintos, esa es una asignatura pendiente», ha insistido Gallego, que a pesar de las reivindicaciones ha querido subrayar la magia del teatro, «un arte sin filtros, sin barreras, maravilloso, en el que actores y actrices miran a los ojos del público contando una historia que debe emocionar, divertir, hacer reír, llorar».
Por su parte, el actor Jose Torresma ha reclamado que el teatro se adapte «a los nuevos tiempos, a las nuevas tecnologías, y conseguir que el público forme parte de la obra, que sea un actor más, eso es lo esencial».
