En el libro Estimada Gris (Univers), de Sílvia Soler (Figueres, 1961), la protagonista viaja de su México natal a Cataluña, tierra de uno de sus abuelos, buscando salir de un momento crítico de su vida. Al mismo tiempo que va conociendo a su familia catalana, se propone localizar un chal que un Dalí niño pintó para su bisabuela y cuyo rastro se perdió durante la Guerra Civil. La identidad personal, la diversidad cultural, pero también las relaciones sentimentales y familiares, sobre todo entre mujeres, vertebran esta historia que su autora presentará este domingo, 24 de septiembre, en la Setmana del Llibre en Català de Palma.
Como la familia de la protagonista, la escritora y periodista Sílvia Soler nació en Figueres. Y como en la novela, existió un chal pintado por Dalí. “La historia real es que mis abuelos maternos eran vecinos de los padres del pintor, en la calle Monturiol de Figueres, y mi abuela y la señora Dalí se hicieron amigas, incluso trabajaron juntas. En un momento determinado, la señora Dalí le quiso hacer un obsequio a mi abuela y le regaló un chal de seda blanco, y le dijo a Salvador, que era pequeño, que pintara unas rosas. Este chal estuvo en casa de mis abuelos más como un elemento de decoración. Cuando llegó la Guerra, mis abuelos tuvieron que huir de Figueres, se fueron a Lladó una buena temporada, y cuando volvieron, la casa estaba destrozada y el chal, entre muchas otras cosas, no estaba. Es una anécdota bonita y me parecía un buen punto de partida de la historia”.
También tenía claro que quería escribir sobre una nieta de exiliados y eligió México por varias razones: fue un país de acogida, allí “trataron muy bien a los catalanes que fueron” y al haber leído a otros autores catalanes exiliados o con relación con exiliados le resultaba más fácil situarse.
A través de Gris, Griselda, recién llegada a Cataluña, describe la cultura, la forma de ser de la gente y sus costumbres. Descubrir con otros ojos una tierra que conoce desde siempre era el reto de esta novela. “He hecho este ejercicio de ver cosas, que nos parecen tan naturales, vistas desde fuera, qué llama la atención, para bien y para mal. Yo creo que la imagen que damos es la de un país muy creativo, muy diverso, pero muy obsesionado con su propia identidad, por desgracia nuestra, porque las cosas han ido como han ido”.
Catálogo de formas de amar
En Estimada Gris hay muchos personajes, miembros de la extensa familia de la protagonista, tanto por la rama mexicana como la catalana. "Hablo de los personajes secundarios, de este mosaico de mexicanos y catalanes, fijándome especialmente en sus historias de amor. Al final, es como un catálogo de formas de amar, también con esta intención de decir que la fórmula que le va bien a uno no le funciona a otro y hay que ser respetuoso con todas”, cuenta la novelista.
Y de esa extensa gama de personajes, destacan la hermana, la madre, las tías... “Creo que las relaciones entre mujeres pueden ser buenas, malas o regulares, pero siempre son muy intensas y muy literarias”, dice la escritora, quien admite que se lo pasó “muy bien imaginando a estas hermanas mexicanas”.

Soler afirma que no hay mucho más en común entre la historia de su familia y la de Gris, pero sí hay ciertos sentimientos que comparte con su personaje. “He vivido toda la vida con una pequeña inquietud y es que cuando me preguntan de dónde soy, no sé casi nunca qué contestar, porque nací en Figueres, que es donde están mis raíces, pero no he vivido nunca allí, y he vivido en diferentes lugares de Cataluña. Hace muchos años que vivo en Badalona y soy badalonina…”, explica. La búsqueda de identidad mueve a la protagonista de su libro. “Con los años y la experiencia, y hablando con mucha otra gente que vive fuera de su país mucho más lejos que yo, he llegado a esta conclusión: que la identidad no tiene por qué ser una y monolítica, se pueden tener diversas identidades o una identidad múltiple y elástica, y a veces te sientes de un lugar y otras de otro”. “La conclusión suele ser que eres de allí donde están las personas que quieres, el lugar donde tú eliges para vivir o el lugar, que quizás no has elegido, pero donde está la gente a la que quieres, pero sin perder ninguna identidad por el camino, esto es lo que tenía ganas de explicar”, añade para concluir que “se puede tener más de una identidad a la vez”.