Jorge "Ilegal" Martínez lleva toda la vida sobre los escenarios con su grupo de música "Ilegales", ahora envuelto en la gira de su último disco "La lucha por la vida" que coincide con su 40.º aniversario sobre las tablas. Se estrena sobre el escenario "Vibra Mahou" del festival "Tsunami Xixón", en el parque Hermanos Castro, el sábado.
¿Tienen ganas de volver a encontrarse con el público gijonés tras los dos "sold–out" en la sala Albéniz del pasado mes de febrero?
Tengo muchas ganas del Tsunami, nunca habíamos tocado. Es un festival de nuevo cuño, hemos estado en un montón de festivales, pero en este no. Disponemos de una hora sobre el escenario y compartiremos el tiempo y el espacio con más bandas. Saldremos un poco tarde –cerca de la 1.00 de la madrugada–, pero, bueno, "Ilegales" es una banda acostumbrada a festejos nocturnos de todo tipo.
¿Con qué expectativas llegan al festival?
Será nuestra primera vez, pero obviamente no nuestro primer concierto. Estaremos como siempre, aguerridos y al mismo tiempo despreocupados. La furia es algo innato en "Ilegales". Y tocaremos, por supuesto, con fuerza. El repertorio será más bien fijándose en las canciones más duras de la banda.
Están inmersos en la gira de su último disco, "La lucha por la vida", que también sirve para conmemorar los 40 años de la banda. ¿Cómo están siendo estos dos años de conciertos?
Está siendo muy intensa. Venimos de tocar en La Coruña, en Muros, en la zona de las Rías Baixas. Luego venimos a Tsunami y dos días después estaremos en Sevilla y, al día siguiente, en Valencia. Además, esta gira se va a extender a América, a países como México, Colombia, Chile, siguiendo un poco esa vocación internacional que siempre ha tenido "Ilegales".
Después de tantos años, algo que se mantiene es el carácter de lucha en sus canciones.
La tensión vital es absolutamente necesaria para no irse al otro barrio. Hay que ir alegre y despreocupado como si llevases a la muerte dentro, esa es la receta yo creo.
¿Con qué recuerdos creen que se ha quedado la gente de estos 40 años de "Ilegales"?
El discurso medio es "levántate y lucha, esta es tu pelea", pero yo creo que lo hemos hecho de una manera incluso elegante. Nuestro sello está diluido al aportar estilos musicales muy diferentes, por ejemplo, el concierto de este sábado va a ser puramente rock, pero incluso ahí vamos a introducir canciones un poco ajenas al género. El adaptarse a ritmos y músicas distintas es lo valioso y es el sello de deja "Ilegales", buscamos más allá de las raíces primitivas, basándonos en ellas pero probando cosas nuevas.
Al final, en esa línea va vuestro último disco, hay artistas presentes que en un principio no casan con lo que es "Ilegales".
Sí, es que al final la música es tan variada que admite que se hagan versiones de las canciones de "Ilegales" con distintos cantantes. Esto es porque hemos asumido montones de estilos diferentes y una de las bases de la capacidad de supervivencia del rock es la facultad de ser muy contaminante –respecto a otras músicas–, y también muy fácilmente contaminable. Es un género capaz de asumir estilos ajenos al rock con muchísima facilidad y en "Ilegales" conocemos toda esa coctelería y la hemos manejado con cierta soltura.
Después de tanto tiempo han vivido como surgen nuevas bandas en la escena española.
Hay una escena musical de la que soy un poco ajeno, por una razón, estamos inmersos en una gira que nos lleva a estar mucho tiempo fuera de casa, quizá me cuesta más estar en el meollo y veo que hay cosas del rock muy distintas y muy diferentes.
El cantante de "La M.O.D.A." llegó a comentar que "Ilegales" era uno de sus referentes. ¿Eso es más un orgullo o una responsabilidad?
Yo creo que el hecho cultural es apropiarse unos de ideas de otros. Cuando en la Sociedad General de Autores Españoles (SGAE) se habla de creadores, yo creo que se están excediendo un poco con eso de creación. La creación existe pero en una mínima medida, con "Ilegales" hemos aportado bastante en estos 40 años, te da tiempo a innovar, pero también nos hemos apropiado de cosas ajenas. Está bien que la gente se apropie de cosas que ha hecho "Ilegales" igual que nosotros nos nutrimos de cosas anteriores. Ese es el hecho cultural, esto no solo pasa en las artes, sino también en la ciencia que avanza gracias al camino hecho por científicos anteriores, en este caso artistas o músicos, así es como avanzan las cosas.
¿Las letras de vuestros temas más clásicos serían bien vistas si se compusiesen ahora?
Bueno, yo creo que se están produciendo muchos textos vacíos, que hay gente que consigue callar hablando, yo prefiero hablar callando. Ahora hay muchos prohibicionistas, muchos censores vocacionales, que desde luego quitarían muchas cosas de estas canciones, que las censurarían. Me sorprende que muchos censores vengan de colectivos estigmatizados y que han tenido previamente una censura. Parece ser que todos los oprimidos acaban consiguiendo a la larga convertirse en opresores.
¿Es todo demasiado políticamente correcto?
Sí, ahora se intenta no ofender a nadie y tener un grupo de seguidores lo más amplio posible. Esa manera de intentar gustar a todo el mundo yo creo que es el camino más directo al fracaso, y es un camino que carece totalmente de sinceridad. "Ilegales" somos gente molesta, hemos molestado a muchos colectivos.
¿Se está perdiendo la mala leche en las canciones?
Sí, la gente no se atreve a decir "no", y hay veces en las que hay que decir "no", a muchas cosas. Parece ser que el "no" es muy poco amable y todo tienen que ser mensajes positivos y no hay tantísimas cosas positivas.
¿Vosotros le habéis dicho "no" al tener que entrar en esa rueda de publicar música cada poco tiempo?
Pues a nosotros en realidad, lo que nos ha venido mal como "Ilegales" es sacar la música en LP. Porque somos un grupo que nuestros LP no son muy homogéneos como tal. Nosotros éramos más de hacer "singles", desde el primer disco, reunimos un montón de singles que habían sobrevivido sin editarse. En ese sentido nosotros nos hemos adelantado un poco a lo que se hace ahora, íbamos grabando poco a poco y decidimos en qué momento editar las canciones. Ahora podríamos estar editando música cada dos meses porque además tenemos nuestros propios medios, nuestro propio estudio que nos facilita las cosas. Los discos conceptuales no es algo que vaya con nosotros desde el primer día. En los 80 nos decían que éramos un grupo que no se sabía de que iba, yo lo llamo tener solvencia instrumental y compositiva, poder hacer cosas diferentes. ¿Qué pasaba? Los que decían que tenían un camino fijo y un estilo eran artistas que se plagiaban constantemente a sí mismos y repetían la misma canción una y otra vez cambiando ligeramente el mensaje. El sistema de ahora se parece mucho a lo que había en los años 60.
¿Es verdad eso que dicen que al final todo vuelve?
Sí, los movimientos en las artes acaban siendo pendulares, se está yendo y viniendo constantemente.
¿Qué le queda por aportar al grupo a la escena musical después de tantos años sobre los escenarios?
Pues no lo sé, porque las cosas están constantemente en ebullición. El entusiasmo es lo que nos mantiene, es el hechizo que hace que esto funcione. Yo me siento en buen momento creativo, a nivel vital sé que un día me apagaré pero todavía no, que la muerte nos espere largos años y que el infierno perdone nuestra ausencia.