El festival reúne a estrellas internacionales del pop, rock indie y música electrónica junto a talentos locales, ofreciendo un variado fin de semana de música.

Con el tiempo a su favor, la primera jornada del Mallorca Live Festival situado en el antiguo Aquapark de Calvià y que este año también cuenta con más de cinco mil metros cuadrados para la zona de restauración, chill out y mercadillo se produjo sin ningún incidente. Los asistentes accedieron paulatinamente sin prácticamente bloqueos en sus accesos y sin numerosas colas como se produjo años anteriores. La causa principal fueron las medidas establecidas por la organización del festival y la reducción del aforo.

Este año, según la organización, se redujo el aforo en 5.000 personas, de hecho, durante la jornada de ayer había un 20% menos de público que en ediciones anteriores.

Algunos cambios y progresos

Después de las reclamaciones recibidas sobre el caos que se produjo el primer día de concierto del año anterior a causa de las largas colas para acceder al recinto, este año, se han tomado medidas cautelares para que no volviera a ocurrir, como ha sido el estudio de un plan de movilidad para minimizar la saturación.

Álvaro Martínez, director del Mallorca Live Festival, comentó en Diario de Mallorca «Hemos reducido en 5.000 personas el aforo porque entendemos que 25.000 es el tope para dar el servicio que queremos»

Por ello, con la finalidad de facilitar la recogida de pulseras para asistir al festival, se habilitó un espacio en Porto Pi Centro, otro punto de validación en el estadio de Son Moix donde los asistentes podían obtener sus pulseras con antelación. Además, los accesos al recinto del festival se hicieron mediante buses desde diferentes puntos de la Part Forana y desde Son Moix. «Ha sido una comodidad poder asistir sin que haya colas infinitas y sin tener que coger el coche».

El festival abarcó un total de cinco escenarios: Escenario 1, de Estrella Damm; Escenario 2, de Innside by Meliá; Escenario 3, de Endesa (patrocinador sostenible del festival); Escenario 4, de Baleària, y Escenario 5, de Radio 3.

Cartel diverso y ecléctico

El Mallorca Live es un proyecto ambicioso con ganas de crecer. La cita se caracterizó por su ecléctico y diverso cartel.

Los primeros en tocar fueron Bilo, la banda mallorquina de pop psicodélico, que actuó en el escenario principal de Estrella Damm.

La banda Xavibo, que fue galardonada el día anterior en los Premios de la Música Indepentent, actuó junto al cantante Marc Seguí en el Stage Innside delante de un numeroso público.

Mut, Courting, Sara de Araujo y Llvna también lo hicieron en sus respectivos escenarios.

Puntuales a su cita, la guinda fue entrada la noche con el grupo Vetusta Morla, el grupo madrileño ya estuvo presente en el Mallorca Live Festival en 2021. Este año la banda de Tres Cantos volvió a la isla para presentar su nuevo disco Cable a Tierra por el que recibieron tres nominaciones a los Premios Grammy Latinos.

Durante los minutos previos al concierto, un generoso número de asistentes ya accedían a los primeros puestos del escenario. La banda madrileña referente de la música contemporánea encabezaba el cartel del festival y no defraudó a los miles de asistentes presentes que se congregaron en el escenario de Estrella Damm coreando y gritando cada una de sus canciones. Con una puesta en escena brillante la banda hizo vibrar al público al cantar versiones míticas como Maldita dulzura la tuya o Copenhague. Además, el cantante se dirigió al público hablando el catalán en numerosas ocasiones.

Ambiente pletórico

El público, al que se le facilitó el acceso al festival gracias a una mejora de todos los servicios, disfrutó del ambiente festivalero.

Se congregó gente de todas las partes de la península, así como de diferentes países. «Soy de Sevilla y es el tercer año que asisto, así que no me ha defraudado nunca, volveré todos los años que pueda», afirmaba una de las asistentes al evento.

Mucho color, música y un ambiente pletórico hicieron del primer día de festival un evento memorable. Aunque dentro del recinto apenas había distinciones: todo el mundo iba en la misma sintonía para disfrutar del evento musical del año.