Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crónica

“Aviso de spoiler: ganaremos”: Hollywood se queda sin palabras, los guionistas no

El paro parece ir para largo y a nadie le extrañaría que se prolongara por lo menos hasta finales de junio, cuando los estudios y plataformas tienen que renovar los convenios con los sindicatos de actores y de directores

Guionistas en huelga. CAROLINE BREHMAR

La enorme rata hinchable Scabby, símbolo de las protestas laborales en Nueva York, ha aparecido frente a las oficinas de Netflix en el 888 de Broadway, un poco al norte de Union Square. Desde un altavoz portátil se escucha en un momento a todo volumen a Donna Summer cantando aquello de “She works hard for the money” (trabaja duro por su dinero). Por la acera, dando la vuelta a la manzana, fluye una marea humana armada, en ingeniosas pancartas y en gritos, con lo que mejor saben usar: el ingenio y la palabra. Porque son guionistas.

Concretamente, son miembros del ala este del Writers Guild of América, el sindicato con 11.500 miembros que el martes, tras negociaciones infructuosas para renovar su contrato con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) que reúne a los grandes estudios y plataformas, iniciaron una huelga que ha paralizado no solo buena parte de Hollywood, sino de toda la industria del entretenimiento de Estados Unidos. Los programas de 'late night' llevan desde el martes en fundido a negro. Los piquetes ya han empezado a alterar rodajes que seguían en marcha.

Guionistas en huelga. CAROLINE BREHMAR

De momento hay energía. La anterior huelga de guionistas, en 2007 y 2008, se alargó 100 días. Esta, según se temen muchos, va también para largo, y a nadie le extrañaría que se prolongara por lo menos hasta finales de junio, cuando los estudios y plataformas tienen que renovar los convenios con los sindicatos de actores y de directores. La unión (como se dice en inglés sindicato) hace la fuerza.

"Nadie quiere una huelga larga" 

“Nadie quiere una huelga larga pero todos queremos un contrato justo y el plan es quedarnos hasta que lo tengamos”, explicaba en la escena neoyorquina el miércoles Josh Gondelman, que fue guionista de John Oliver y en el programa en Showtime de los humoristas Desus & Mero. “Los estudios podrían acabar con esto si quisieran hoy mismo. Todo lo que tienen que hacer es ofrecernos un acuerdo que permita a los guionistas tener carreras sostenibles y nos de solo una parte de los beneficios que estamos generando”.

En la hoja de sus reclamaciones hay 21 propuestas, que pasan desde por por actualizar salarios hasta por garantizar un número y un tiempo mínimo de trabajo, mejorar los “residuales” que se cobran por las emisiones en streaming, regular límites al uso de la inteligencia artificial en cine y televisión o evitar que la escritura se “uberice” y se trate como otra parte de la “gig economy”. Pero la AMPTP solo había respondido a seis antes de que se rompieran las negociaciones.

Eso es un problema para Tasha Stewart. “Puede parecer que tenemos muchas demandas, pero todas son de hecho muy importantes, y todas funcionan juntas para crear una carrera sostenible. Si eliminas una todas las demás se derrumban”, aseguraba la guionista, que antes de la huelga había acabado de escribir una miniserie para FX y tiene en su currículo también el programa de Larry Wilmore en Comedy Central y la serie de Netflix ‘Amend: The fight for America’. “Las respuestas a nuestras peticiones a menudo son ninguna respuesta o rechazo directo”, decía también. “No podemos negociar con un muro. Y no vamos a negociar con nosotros mismos”.

Guionistas en huelga. CAROLINE BREHMAR

Solidaridad

Los guionistas están contando de momento con fuerte participación y numerosas muestras de solidaridad y con el impulso de proyección que dan los nombres más reconocibles. El martes, cuando en Nueva York se abrieron los piquetes frente a la sede de NBC, ahí estaba un peso pesado de la escritura como Tony Kushner, que denunciaba como “insultante y asquerosa” la “miopía, avaricia y absoluta indiferencia (de los estudios) hacia las vidas de la gente que crea el contenido que les enriquece”.

El miércoles participaban en la protesta frente a Netflix la actriz de ‘Sexo en la ciudad’ y excandidata progresista a gobernadora de Nueva York Cynthia Nixon; los actores Michael Rapaport y Zoe Kazan; el cómico de 'Saturday Night Live' Andrew Yang, representantes de músicos, estudiantes, otros sindicatos, trabajadores de Amazon y de Starbucks... Y hasta el congresista por California Ro Khanna, que representa el distrito que incluye a Silicon Valley y al que muchos ven como potencial relevo en la izquierda de Bernie Sanders, que acudía a Twitter para recordar que "el año pasado ocho consejeros delegados de Hollywood ganaron 800 millones de dólares mientras el salario para guionistas de televisión ha caído el 23% en una década".

La huelga sin duda llega en un momento en que el movimiento sindical está recuperando fuerza en EEUU, que tiene en Joe Biden un aliado en el Despacho Oval. “La gente ve que no es solo guionistas contra estudios”, decía Gondelman. “Esto es parte de algo mayor de avaricia corporativa contra los trabajadores que generan los beneficios”.

La amenaza de la IA y la creatividad

Ilana Glazer, la creadora y protagonista de ‘Broad City’, también pasó por la protesta, apelando a la “dignidad” y volviendo su foco crítico con especial intensidad a la amenaza de la Inteligencia Artificial. “Crear una fórmula basada en historias ya contadas profundiza el sistema de presión que nos ha traído hasta aquí a pelear”, dijo. “¿Qué es eso de ir hacia atrás y tener a ChatGPT escribiendo historias basadas en John Wayne o lo que sea? Tenemos que seguir avanzando. Esto es conservadurismo, y está directamente relacionado con la amenaza global de fascismo que estamos viendo”.

Esas referencias críticas a la AI salpicaban con inteligente ocurrencia algunas de las pancartas, que se han convertido en uno de los mejores exponentes del talento y la creatividad de los guionistas que se están perdiendo estos días los estudios. En ellas hay buenos juegos de palabras de difícil traducción como “Do the write thing” o “Write vs Wrong”, referencias que reconocerán muchos espectadores como “Esto no será The last of Us”, “No estamos en Severance”, “No nos pagues migajas por escribir Billions” o “Veo gente rica”. Una de las mas celebradas reza: “Contrato justo o hacemos spoiler de Succession”. Y hay otra más en esa línea: “Aviso de spoiler: ganaremos”.

Esas referencias críticas a la AI salpicaban con inteligente ocurrencia algunas de las pancartas, que se han convertido en uno de los mejores exponentes del talento y la creatividad de los guionistas que se están perdiendo estos días los estudios. En ellas hay buenos juegos de palabras de difícil traducción como “Do the write thing” o “Write vs Wrong”, referencias que reconocerán muchos espectadores como “Esto no será The last of Us”, “No estamos en Severance”, “No nos pagues migajas por escribir Billions” o “Veo gente rica”. Una de las mas celebradas reza: “Contrato justo o hacemos spoiler de Succession”. Y hay otra más en esa línea: “Aviso de spoiler: ganaremos”.

Compartir el artículo

stats