Lydia Cacho, la periodista y activista mexicana que ha luchado durante toda su vida contra la violación de los derechos humanos jugándose el tipo en cada una de sus investigaciones, en las que ha denunciado a mafiosos, políticos y empresarios multimillonarios que atacan, compran, violan o asesinan a mujeres, niñas y niños de su país, se sube este sábado al Teatre Principal de Palma en la piel de la actriz Marina Salas con motivo de La infamia. Un espectáculo que supone una invitación para conocer a una persona excepcional, «una mujer valiente, cálida, cercana, que conecta y genera vínculos con todo el mundo, incluso con gente que ni conoce, una heroína», subraya la ganadora del premio Max 2023 a mejor actriz por este montaje, galardón que ha compartido, ex aequo, con Marta Nieto.
Cuenta Marina Salas que en cuanto leyó el texto de La infamia entró «en una especie de shock emocional» y de inmediato quiso embarcarse en este proyecto. Una obra llena de emociones que pone de manifiesto una realidad «muy cruda y dura» pero que resulta «muy luminosa al poner el foco en lo humano», y que recurre a un formato cinematográfico en vivo «que sacude al espectador» y que logra que el público «conecte con la impotencia y la rabia que siente Lydia Cacho».
Pedofilia, explotación sexual y secuestro
Los demonios del Edén, un amplio estudio publicado en 2005 en el que se denunciaba una red internacional de pedofilia y explotación sexual de niños y niñas, de entre cuatro y catorce años de edad, organizada desde Cancún por el empresario Jean Succar Kuri, que surtía de pornografía infantil a otros poderosos empresarios y políticos mexicanos y extranjeros, le valió a su autora, Lydia Cacho, un secuestro frente a sus oficinas en Cancún. En ese momento arrancó un viaje en coche que duró más de veinticuatro horas en el que cruzó el país sufriendo continuas torturas y amenazas de muerte.
«No es una historia local, sino universal, una defensa del buen periodismo, el de investigación, y de cómo el periodismo le salvó la vida a Lydia Cacho. Gracias a periodistas como ella la sociedad avanza hacia el bien», afirma Salas.
Dirección de José Martret
La obra, con dirección del mallorquín José Martret, se basa en otro libro posterior a Los demonios del Edén, titulado Memorias de una infamia, en el que relató la tortura, las amenazas y los abusos policiales recibidos. «Lydia Cacho ha participado en el proceso creativo de la obra, en la dramaturgia, junto a Martret, a la hora de levantar el montaje, en los ensayos, en algunos momentos de la gira... Ha generado unos fuertes vínculos con todos nosotros. Lo cuida y lo mima todo como si fuese casi un hijo», asegura la actriz catalana.
Salas estará sola en el escenario del Principal aunque en la gira, en función de las agendas, comparte el papel protagonista con Marta Nieto, «una de las mejores actrices que tenemos, una compañera increíble, una mujer con una inteligencia brutal. Me encanta la forma que tiene de encarar los proyectos, la valentía y el coraje que tiene, es una artista muy grande y sé que hará cosas geniales. Me encanta tenerla cerca y estar con ella, es muy inspiradora».
Elogios que también dedica a Martret, con quien no había trabajado hasta ahora: «Sabe de lo que está hablando, el material que está tratando, y te deja conectar con ese material, sin forzar, sin traicionar lo que realmente se quiere contar de la obra. Todo con él resulta fácil y bonito. Sales feliz de haber hecho la obra, es como si te limpiara. Martret es una persona espiritual sin él saberlo. Poca gente he visto yo con esos niveles de sensibilidad».
