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Sant Jordi 2022

Esteve Mulero, Premi Mallorca de textos teatrales: “Se ha escrito mucho sobre memoria histórica, pero nos falta cerrar heridas, sanar errores”

Ganador de este galardón por su trabajo 'Excavació profunda al marge del camí', confiesa que le gustaría participar en el proceso de representación de la obra, como ayudante de dirección o lo que sea"

Esteve Mulero, Premi Mallorca de textos teatrales DM

¿Quién dijo que los premios no sirven para nada? A Esteve Mulero Guinart (Martorell, Barcelona, 1991), Premi Mallorca de textos teatrales por su trabajo Excavació profunda al marge del camí, centrado en la memoria histórica, este galardón le ha supuesto “un impulso anímico” para “renacer” en un mundo, el del teatro, que exige “muchos sacrificios” y es muy “vocacional”.

Graduado en antropología social y cultural en la Universitat de Barcelona y también en arte dramático por el Institut del Teatre, Mulero recuerda que tardó “muchísimo” en escribir Excavació profunda al marge del camí, una obra que representa una mirada original al tema de la memoria histórica y democrática, y constituye una reflexión profunda, cruda y necesaria sobre la tortura, la represión y las dictaduras.

“Son monólogos que se van cruzando, cuatro personajes que van contando historias, y al final uno va entendiendo que todos cuentan la misma historia, desde puntos de vista diferentes. No está ambientado en ningún país ni en ninguna época en particular, pero el foco está puesto en las dictaduras y la represión física de las personas. Usé muchísimo material de entrevistas, de documentos de represores, de diversas dictaduras de todo el mundo y de diversos momentos, sobre todo latinoamericanas. El hecho que me hizo adelantar mucho el trabajo y conectarlo con mi biografía y mi familia fue todo el tema de Billy el Niño”, señala en referencia al torturador franquista Antonio González Pacheco. “Todo se aceleró cuando leí que se preparaba para una maratón, y que se murió sin ser juzgado”, apunta el autor, miembro de una familia que, “como casi todas las familias de España”, conoció la represión.

“Se ha escrito mucho sobre memoria histórica, pero no sé si lo suficiente. Creo que nos falta dar un último paso. Nos falta cerrar heridas, sanar errores, estamos huérfanos en eso. No sé si se tiene que hacer desde el arte pero sin duda el arte puede tener un papel en esto. Nunca se ha perseguido a los torturadores”, espeta.

Una 'breve' carrera en el teatro

Mulero reconoce que su carrera en el mundo del teatro ha sido “bastante breve” hasta la fecha: participó en la obra El metge de Lampedusa y Decadència como ayudante de dirección; y se encargó de la adaptación y la dramaturgia de la obra Annobón, a partir de la novela Arde el monte de noche, una de las más reconocidas de Juan Tomás Ávila Laurel, el escritor más traducido de Guinea Ecuatorial. “Me gustaría participar en el proceso de creación de la obra, como ayudante de dirección o lo que sea, sería estupendo”, confiesa.

Este nuevo trabajo constituye su primera obra grande como autor, un proyecto personal, “mi único proyecto personal”, apunta. “Lo escribí desde el dolor de mucha gente, no necesariamente desde el mío aunque evidentemente cuando escribes te unes a tus personajes. Lo escribí desde el sentir, desde los recuerdos de mi tío abuelo, que estuvo en campos de trabajo nacionales, y de ahí fui sacando fragmentos, fui conectando, y los personajes fueron apareciendo solos, me fueron hablando, y yo fui silenciando o amplificando”, explica.

Un impulso anímico

“Este galardón significa muchísimo para mí. Había estado trabajando en el mundo del teatro, y estudiando, pero estaba en un momento de dique seco, y lo había parado todo. Este galardón me anima a continuar, me sirve para renacer un poco. El reconocimiento siempre es muy bonito, y para mí este premio es un impulso anímico, espectacular, no me lo esperaba. El mundo del teatro es bastante duro, para poder vivir del teatro hay que hacer muchos sacrificios, sobre todo cuando llevas pocos años, como era mi caso. Tenía que compaginar muchísimas horas de trabajo con otros trabajos. Era un caso de desgaste económico y emocional, y este reconocimiento, que además lleva un premio en metálico, me da nueva energía”, agradece.

“El del teatro es un trabajo que conlleva sacrificios personales y emocionales, es un trabajo muy duro. Si tienes la suerte de poder disfrutar de lo que vas haciendo pues ningún problema. Pero eso no siempre es posible. El mundo del teatro tiene que ser absolutamente vocacional, e incluso así a veces no aguantas. Sobre todo en el mundo del teatro en catalán, donde el público es mucho más reducido que en castellano”, concluye.

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