Catalunya se ha tenido protagonismo en la 26 ceremonia de los Premios Max celebrado este lunes en el Gran Teatro Falla de Cádiz durante la gala organizada por la Fundación SGAE donde no han faltado olés y palmas, con los galardones muy repartidos. El premio a mejor espectáculo ha sido para 'La voluntad de creer', un texto creado y dirigido por Pablo Messiez interpretado por Marina Fantini, Carlota Gaviño, Rebeca Hernando, José Juan Rodríguez, Íñigo Rodríguez-Claro y Mikele Urroz. Pero el de mejor dirección ha sido para el joven Iñaki Rikarte por 'Supernormales' un poderoso montaje que habla del placer y sexualidad con diez actores con y sin diversidad funcional. "Ha sido una aventura absoluta trabajar con vosotros", ha reconocido el director.
La dramaturga vasca María Goiricelaya, que optaba a cinco nominaciones se alzó solo con la de mejor adaptación por 'Yerma' que tenía el espíritu de García Lorca pero ninguna palabra de su texto. Al recogerlo llamó a "visibilizar la infertilidad", algo que la compañía La dramática errante hace con esta obra que cuestiona "qué es y cómo se puede ser madre hoy". 'Cucaracha con paisaje de fondo', una creación de Mujer en Obras también incidía en el tema de la infertilidad. El montaje protagonizado por mujeres que no podían tener hijos que se encontraban en un balneario se llevó los dos premios revelación, a mejor espectáculo y autoría para Javier Ballesteros. "Gracias a las salas alternativas porque sin vosotros no estaríamos aquí", reconocieron emocionados con el premio.
Entre los premios para los artistas catalanes destaca 'La gata perduda', ópera comunitaria del Liceu organizada con los vecinos del Raval, venció en la categoría Mejor espectáculo musical o lírico desbancando a 'El sobre verde', del teatro de la Zarzuela y a 'Villa y Marte', de Teatros del Canal. "El premio va para el Raval, un barrio diverso con 56.000 personas porque esta obra plural y colectiva habla de él", dijo Valentí Oviedo, director general del Gran Teatre del Liceu al recoger la manzana enmascarada, el galardón diseñado por Joan Brossa. "No es fácil hacer espectáculos con 1000 personas delante y detrás del escenario pero los teatros de ópera han de ser útiles a la sociedad".
Homenaje al humor
Tampoco es fácil hacer humor gestual y llenar teatros a lo largo de 40 años como ha hecho Tricicle. El trio catalán formado por Joan Gràcia, Carles Sans y Paco Mir fue recibido con todo el teatro puesto en pie. Paco Mir fue el que más habló de los tres. "El humor es el hermano pobre del arte. ¡Es tan difícil de hacer y recibe tan pocos premios!", lamentó Mir, al que se le vio muy suelto y gracioso. Igual es que se le ha pegado algo de Carles Sans, que ahora ejerce como monologuista y es el único que sigue en activo sobre las tablas. "Comparto el premio con el público que no nos ha fallado nunca", ha dicho Sans, quien sugirió la posibilidad de crear "un ministerio del humor que garantizara una dosis de risa diaria, pero de la buena". Joan Gràcia, el más parco en palabras se metió al público en el bolsillo al reconocer: "Gracias a ellos -dijo refiréndose a sus colegas- y a la SGAE he crecido... hasta 103 kilos. He de confesar que el teatro no me gusta, lo que me va es comer y gracias a las giras he disfrutado de los mejores manjares".
Pere Arquillué se alzó como Mejor actor por 'L' adversari', que hace poco estuvo en el Teatre Romea, y las actrices Marta Nieto y Marina Salas se compartieron ex aequo el premio a mejor actriz por 'La infamia', una audaz obra inspirada en el libro 'Memorias de una infamia', de la periodista mexicana Lydia Cacho que relata el secuestro que sufrió en México en 2005.
Danza
En danza triunfó la coreógrafa y bailarina catalana Lali Ayguadé, se alzó con el premio a mejor intérprete femenina de danza y mejor coreografía por 'Runa' subió la primera vez sola a escena y la segunda junto a Lisard Tranis, el bailarín con quien protagoniza 'Runa' que no pudo llevarse el premio a Mejor intérprete masculino de danza que recayó Mario Bermúdez Gil por 'El bosque'. En la categoría Mejor espectáculo de danza se coroó a 'La reina del metal', de Vanesa Aibar que fusiona flamenco contemporáneo, electrónica y percusión.
Cante, baile, música, teatro, títeres de La Tía Norica y humor. De todo un poco ha habido en esta ceremonia de estilo más festivo que reivindicativo, aunque algunos de los premiados aprovecharon su minuto de gloria para hacer alguna reclamación. El equipo de 'El Petit Príncep' se llevó el premio Aplauso del público que se otorga por primera vez y recogieron Manu Guix, responsable musical del espectáculo y Beth Orfila, de La Perla 29. También la escenógrafa Laura Clos 'Closca' se fue con galardón por por 'Rojos', espectáculo de danza de la Cia Miquel Barcelona. "Mi trabajo es mi pasión", admitió.
