Como las lagartijas, a lo largo de la obra Pell de sargantana los protagonistas «mudarán la piel», avanza su autor y uno de los tres intérpretes, Àlex Tejedor. «Hay naturalezas interiores diferentes a lo que se ve por fuera», detalla en referencia al recurso de las «máscaras teatrales» que vertebra este thriller dirigido por Jeroni Obrador. Se representa este viernes y el sábado en el Teatre Principal de Palma y el día 22 en Petra, con los temas de la prostitución de lujo y el machismo en un montaje que no pretende ser «moralista, sino abrir el debate en el público», en palabras del director.

El dramaturgo, con casi medio centenar de premios por su corto musical Sergi & Irina, cambia por completo de medio y de género con una historia que se inicia con «Gerard –un solitario marchante de arte que vive en su mansión en medio del campo rodeado de las últimas tecnologías– y la visita de Amanda, una atractiva joven con la que se ha citado para hablar». Además de estos personajes, que protagonizan el propio Tejedor y Laura Andújar, entra en escena Esteban, al que da vida el popular actor Rodo Gener, «un intrigante hombre al que nadie ha invitado y que obliga a los personajes a desvelar su verdadera piel», según detalla la sinopsis.

La cuarta en discordia es un holograma digital interpretado por Bàrbara Nicolau en una obra que nació en Sa Talaia Santanyí como residencia artística y que ha sido coproducida por el Teatre Principal y Tshock Emocional. Tras dos lecturas dramatizadas, Pell de sargantana se representó por primera vez en Alcúdia ante un público estudiantil y, al ver que «enganchaba», fue presentada a la sala pública palmesana, que «durante los últimos años está apostando por coproducciones con compañías de Mallorca», tal como resaltó la consellera de Cultura del Consell, Bel Busquets, en la presentación de la obra.

Àlex Tejedor fue animado por Obrador para escribir un texto y cuando empezó a pensar de qué quería hablar, surgió su interés por «el control de las personas, cómo se controla la vida de otros». Es «una temática potente», según el director, que también aborda el «derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo, como ocurre con la prostitución, que en España está en una situación alegal, ya que prostituirse es legal y cobrar en negro y el proxenetismo son ilegales», recordó. El género para tratar este asunto es «un thriller trepidante que atrapa al público en la butaca y que gustará mucho, como los de los años 80 y 90, con cosas de Brian de Palma» y otros, destacó el actor Rodo Gener. En definitiva, «te diviertes, sufres y te vas a casa con muchos temas para reflexionar», afirmó.

El director del Teatre Principal, Josep Ramon Cerdà, explicó que las historias de Tejedor, tanto en el audiovisual como en el teatro, «dan giros inesperados» con un hecho relacionado con el pasado, que no está presente en el tiempo en el que transcurre la obra; y le gusta además tratar «la barrera entre el bien y el mal y el sentido de la culpa», según detalló.

Respecto a las coproducciones desarrolladas bajo su mandato, alabó el trabajo previo llevado a cabo en los centros de creación, «donde las ideas van madurando y cada vez salen más redondas con el feed back que reciben» de los primeros espectadores.