Ya han comenzado en la parroquia de Santa Creu de Palma los trabajos para la realización del proyecto de levantamiento planimétrico de esta parroquia catalogada con la máxima protección que la ley otorga a un bien patrimonial: la figura de Bien de Interés Cultural.

Una cuadrilla de seis hombres ha sacado por el portal mayor de la calle del Forn de l'Olivera, uno por uno, los cuarenta y ocho bancos que ocupan el interior del templo parroquial. Para hacerlo, tuvo que cortarse la totalidad de la calle durante toda la tarde del pasado jueves. Así, el templo ha quedado vacío, sin bancos, creando una imagen desacostumbrada de esta histórica parroquia de origen medieval.

Imagen de los bancos de Santa Creu

Equipo desplazado desde Tarragona

Un equipo desplazado desde la Península que pertenece a la Universidad Rovira i Virgili (Tarragona) es el encargado de crear una nube de puntos con una estación láser para confeccionar un modelo tridimensional de Santa Creu. A partir de esta información, podrá verse con precisión milimétrica cómo se comportan los diferentes espacios que conforman el conjunto parroquial, las deformaciones que el paso de los siglos ha

provocado en las diferentes superficies, así como la verdadera relación espacial entre los volúmenes de la nave principal, la cripta de Sant Llorenç o el campanario.

Primer paso de un proyecto de gran alcance

Este levantamiento planimétrico es el primer paso de un proyecto de gran alcance que ha empezado recientemente la parroquia, como es la redacción de su Plan Director. En palabras del párroco, Mn. Nadal Bernat, “se ha confeccionado un equipo técnico multidisciplinar que se encargará de establecer cuáles han de ser las prioridades a la hora de actuar sobre el edificio o sobre los bienes que la fábrica preserva. El Plan es la

herramienta básica de gestión”.

Esta prelación no tan solo afecta a los futuros compromisos con la restauración arquitectónica del templo, sino que también tiene en cuenta las líneas capitales de las futuras investigaciones históricas sobre el edificio, la catalogación de los bienes muebles y los retos de la conservación preventiva para asegurar la continuidad y buena salud de estos bienes parroquiales. La tarea es enorme cuando se tiene en cuenta que el Plan afecta a la retablística de las capillas laterales, al archivo parroquial, las pinturas y esculturas de pequeño formato o incluso al espléndido conjunto histórico de campanas que se conserva.

Santa Creu está protegida como BIC

Esfuerzo de la comunidad de Santa Creu

“Empezar la planimetría de la iglesia no ha sido una tarea fácil -ha explicado el párroco-, pero ha sido posible gracias al esfuerzo de toda la comunidad de Santa Creu”. Durante el anterior fin de semana, los cofrades de la parroquia quitaron un antiguo emparrado que imposibilitaba la lectura de la fachada lateral sur. También se ha tenido que hablar con los vecinos para pedirles el acceso a sus terrazas, para hacer en ellas el alzamiento de las fachadas y del campanario. Incluso, se ha limpiado con urgencia, de una cantidad importante de excrementos de palomo, un espacio de difícil acceso que se encuentra, actualmente limpio y desinfectado, a nivel de las bóvedas del templo.

Todo ello es “un gasto considerable”, dice Mn. Nadal Bernat. “Hemos pagado la planimetría con fondos propios, pero agradeceremos a la comunidad que ama Santa Creu cualquier ayuda económica que haga soportable la puesta en práctica de este Plan Director. Seguro que esta empresa tendrá ilusionada a la comunidad durante los próximos años para poder garantizar la continuidad de este patrimonio cultural de gran valor.