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Llull/Sapere, la silla imposible pero necesaria

Horacio Sapere ha realizado una interesante intervención artística en la Capilla de Ramon Llull en Palma, comisariada por Jaume Reus y que puede visitarse hasta el próximo mes de mayo

Sapere y la silla de cuatrorespaldos hecha por artesanos de Gordiola. | M. MIELNIEZUK

A estas alturas, presentar a Horacio Sapere, uno de los artistas más eclécticos del panorama actual de entre los que residen en Mallorca, debería ser innecesario, pues sus apuestas han llenado páginas de periódicos y, lo que es más importante, han ocupado espacios de galerías importantes y otros más heterodoxos como el que motiva este reportaje: la intervención en la capilla de la basílica de Sant Francesc de Palma junto al sepulcro de Ramon Llull.

De todas maneras, si bien la presentación exhaustiva del artista se nos hace inútil, bueno será situarlo, a modo de preliminares. Esto nos ayudará a entender el contexto.

Sapere nace en Buenos Aires a principios de la década de los cincuenta del siglo pasado. Su inquietud y su compromiso con el arte le llevan a moverse para buscar alicientes y nuevas maneras; así que desde 1975 se instala en Mallorca, aunque continúa teniendo posada y estudio en otros lugares como Nueva York, por ejemplo.

La silla se puede ver en el convento de Sant Francesc. | MANU MIELNIEZUK

Es aquí, en Mallorca, donde crea, estudia, se forma, medita y propone creaciones que de un inicio embrionario se convierten en realidades importantes que no hacen más que afirmar esa idea de compromiso con su tiempo. Es el propio Sapere quien habla de la implicación: «Mi compromiso es a través de la creación, ya que me considero un inútil en otros campos. Soy también un observador y por tanto creo, como Llull, que el arte es un medio de comunicación importantísimo, otra cosa es que lo que se construye, lo que se crea sea lo que realmente necesitamos». Y añade: «No podemos hoy vivir de espaldas a la naturaleza, ese es uno de los grandes compromisos con nuestro tiempo».

Pero además de la implicación con la contemporaneidad, Sapere busca en el saber de los grandes maestros, pues piensa que desde una visión global de la historia y de la cultura en particular, es cuando la imaginación mueve al artista. Sapere necesita conocer el pasado para seguir en el presente y proyectarse hacia el futuro. De ahí que en 1995 creó ese enorme y original proyecto que fue Poet’s room. Teorema, presentado por primera vez en la galería BMB de Amsterdam, pero luego también en la Universitat de les Illes Balears y en la Sala de Cultura Sa Nostra de Ibiza, y convertido en instalación poética escultórica en el MEIAC, Museo Español e Iberoamericano de Arte Contemporáneo de Badajoz, en la Casa Fernando Pessoa en Lisboa, en La Llotja de Palma y en el Molino de San Antonio de Córdoba, como parte del festival de poesía Cosmopoética.

En la primera página del catálogo de ese proyecto único, el Poet’s room. Teorema, ya se nos aparece la figura, siempre enigmática, siempre luminosa, de Ramon Llull, a través de los diagramas que representan el Ars demostrativa y el Ars compendiosa inveniendi ueritatem: dos o más círculos complementados con otros elementos geométricos y artísticos. Y es que Llull, la geometría y el arte se enlazan de forma constante en el universo saperiano. «Para mí», afirma el artista, «Ramon Llull tiene que ver con lo sacro, la sabiduría, la religión, el misterio. Si te adentras en la lectura de Llull te das cuenta de que lo que te proporciona es muy parecido, por no decir igual, a lo que da el arte».

Por otra parte son muy clarificadoras las palabras de Pilar Baos que aparecen en el catálogo de Poet’s room. Teorema: «Llull facilita a Sapere una serie de concepciones que el artista utiliza en el proyecto (…) En su reflexión metafórica, en el sentido de contemplación tácita, sobre la mística, el razonamiento y la metafísica luliana, Sapere logra formular su propia hipótesis directriz de la propuesta con la que el artista no intenta dirigir nuestra opinión pero, ciertamente, sí que nos invita a reflexionar».

Y de la reflexión, de ese compromiso con el presente, de ese interés por la cultura antigua, de todo esto y más, nace lo que ahora podemos visitar y analizar en la capilla/sepulcro de Llull en Palma: Poètiques de la Geometria, Llull-Sapere.

Y ¿qué nos vamos a encontrar en esa propuesta que ahora se muestra en Sant Francesc?

Pues dos cosas, una física, la de los elementos que la configuran, pero otra muy interesante que es el hecho de pensar.

Poètiques de la Geometria, Llull-Sapere no es solamente arte, que sí lo es, es también filosofía, pensamiento, recorrido emocional incluso. Contemplando, desde los bancos cercanos a la capilla, las cuatro sillas imposibles, hechas a mano por los artesanos de Gordiola, uno puede pensar en lo frágil que es todo lo que nos rodea, pues como el cristal, hay una lectura quebradiza de la propuesta. Pero por otra parte podemos llegar a hacer otra lectura más sólida, la que proviene de pensar que, también como el vidrio de la silla, las ideas hechas con fuego son las más perdurables. Así que esa silla de cuatro respaldos, como los elementos del Quadrivium luliano, es frágil y dura al mismo tiempo. Aquí radica la genialidad del montaje, en esa doble cara con la que podemos acercarnos a él.

Por otra parte, a Llull también podemos aproximarnos de dos maneras, pues, como bien recuerda Amador Vega en el catálogo, fue el hispanista Robert Pring-Mill, profesor en Oxford, quien señaló que en el sabio medieval hay dos voces, la literaria y la científica acuñando el concepto de «transformación de la ciencia en literatura». La ciencia como metáfora de la solidez y la literatura como ejemplo de la fragilidad que tienen las palabras.

Volvamos al profesor Vega. Para él, «la obra que Horacio Sapere ha realizado ahora en la capilla fúnebre de Ramon Llull, en el Convento de Sant Francesc en Palma, reúne elementos característicos del arte actual que hacen posible una lectura de la obra luliana desde los anteriores presupuestos, y que asimismo se muestra al observador a través de dos conceptos de aquella espiritualidad; coraje y sutileza».

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