El festival Palma Jazz concluyó anoche su cuarta edición con un gran éxito tanto de los conciertos celebrados en el teatro municipal Xesc Forteza como las actividades complementarias y de calle en diferentes puntos de la ciudad. La venta de entradas pone de manifiesto que la recuperación del festival se ha consolidado y se ha convertido en un evento de referencia en el calendario cultural. Todos los conciertos colgaron el cartel de entradas agotadas con casi 2.500 espectadores. Además, las actividades complementarias y de calle han sido también muy exitosas, con una media de 300 personas, destacando el pasacalles inicial.

El recuperado festival había caído del cartel cultural palmesano durante 20 años y se retomó hace cuatro, consolidándose como un referente en la oferta cultural de Ciutat. En este sentido, el concejal de Cultura, Antoni Noguera, afirmó que «el éxito del Palma Jazz se explica desde la doble fórmula que suma la calidad del cartel y las actividades callejeras para hacer de la música jazz un estilo para todos los públicos».

El festival celebró anoche su último concierto, de la mano de Berta Moreno, en el Xesc Forteza. La artista es una líder experimentada que ha llevado a sus bandas a algunos de los escenarios más notables de Europa y Estados Unidos. «Sus conciertos ofrecen un viaje musical de contrastes que ha traído a los presentes desde los paisajes de la sabana africana y sus puestas de sol hasta el corazón del barrio marginal de Kawangware y la belleza y vitalidad de los niños que habitan sus calles», según los organizadores.

Ayer también tuvo lugar la última de las 10 actividades complementarias, en concreto un Vermut Jazz en Son Sardina. El concierto contó con la actuación de Piolet Swing, una formación que explora los terrenos del jazz manouche, dixieland swing y el rythm & blues, con repertorio de diversos compositores.