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Un poco de Berlín Mitte en Santa Catalina

La galería alemana Kuckei + Kuckei ha abierto una sala de exposiciones en Palma. Merece la pena echarle un vistazo: la nueva exposición presenta el virtuoso arte basado en la fotografía de la artista Lilly Lulay

Lilly Lulay con ‘De/ Composed Narratives’ (izquierda) y obras de la serie ‘Early Digital Tech’. Nele Bendgens

A tiro de piedra del mercado, el barrio de Santa Catalina de Palma se anota un tanto con una nueva incorporación que no es el próximo bar de moda: la galería berlinesa Kuckei + Kuckei, fundada en 1993 y dirigida por dos hermanos, tiene aquí una sala de exposiciones desde el pasado septiembre. «Pensamos: después de 30 años, podemos darnos el capricho de otro local», dice Ben Kuckei. Sin embargo, la idea de instalarse en Mallorca partió de la apasionada coleccionista Iris Schmied, que lleva dos años viviendo en la isla y se ha hecho cargo de la gestión del nuevo espacio. «Soy admiradora de los Kuckeis desde hace 25 años. El 80% de mi arte procede de esta galería», afirma entusiasmada.

En realidad, los hermanos habían planeado un proyecto conjunto y temporal con Schmied, pero enseguida se contagiaron de su entusiasmo: volaron a Palma, visitaron el espacio, el cercano Es Baluard y las galerías de la ciudad en 24 horas, y enseguida les convenció el conjunto. «Esto casi recuerda a Berlín Mitte, donde todo es muy internacional», dice Ben Kuckei. Entre su clientela figuran coleccionistas de Alemania que suelen pasar temporadas en Mallorca.

La sala de exposiciones se presenta de forma metropolitana y contemporánea, sencilla y sin florituras: nada distrae del arte. «Mostramos el programa de galerías que desarrollamos en Berlín: Artistas con los que trabajamos desde hace mucho tiempo y que han realizado exposiciones institucionales», explica Hannes Kuckei. En su mayor parte, se trata de enfoques conceptuales. «Para nosotros también fue siempre importante no separar la fotografía del arte, sino tratar cada medio por igual», subraya Ben Kuckei.

De izquierda a derecha: Iris Schmied, Hannes Kuckei y Ben Kuckei delante de la sucursal de la galería. | BENDGENS

Su programación

El espacio se inauguró con una muestra colectiva para mostrar el espectro de la galería; ahora están previstas exhibiciones individuales.

Después de Miguel Rothschild, ahora hay una nueva exposición con obras de Lilly Lulay (1985, Frankfurt). En Berlín, la atención se centraría en un grupo de obras completamente nuevas de la artista internacionalmente reconocida y multipremiada. La exposición de Palma, en cambio, es retrospectiva y de mayor alcance.

Uno se siente atraído por la última obra de Lulay, un «collage en movimiento» titulado Madrid: pertenece a una serie de retratos en vídeo, cada uno de los cuales reúne imágenes de una ciudad concreta, de personas que vivieron en ella o la visitaron. Lulay pone en movimiento los recortes fotográficos grapados sin apretar; se funden diferentes perspectivas, épocas y técnicas fotográficas.

El interés básico de la artista -cómo utilizamos la fotografía en nuestra vida cotidiana- se manifiesta en su obra en una gran riqueza de formas de expresión. En la actualidad continúa con la serie de collages de pequeño formato Mindscapes, que comenzó en 2007. Las fotografías privadas, la «materia prima», suelen ser aburridas para los forasteros, explica Lulay: «No funcionan porque lo que se representa sea muy emocionante, sino porque son como las llaves de los recuerdos de las personas afectadas». Capta estos «paisajes mentales». En la serie Zeitreisende, una selección de la cual se presenta en la sala contigua, Lulay utilizó retratos encontrados de personas posando deliberadamente. Recorta a las personas y las sustituye por píxeles de colores, representativos del tiempo digital. «La fotografía es una forma de viajar al pasado. Al mismo tiempo, estas personas se desplazan a través de sus cuerpos-imagen hacia el ahora-tiempo y hacia el futuro», afirma la artista.

Mientras que aquí su intervención es mínima, en la serie Hearsay Evidence abordó intensamente fotografías de bibliotecas de galerías con láser, cortando texturas de filigrana en la superficie. En la obra de gran formato De/ Composed Narratives se vuelven a utilizar fragmentos de fotos encontradas. El resultado parece abstracto, un poco como una pintura por goteo desde la distancia. Solo cuando te acercas te das cuenta de que está lleno de información: destacan los contornos de personas y objetos.

Las obras de la serie Early Digital Tech, Artifacts from The Age of Acceleration son especialmente físicas: representaciones bordadas a mano de dispositivos retro como cámaras web fornidas o joysticks Atari. «El bordado es una de las técnicas de imagen más antiguas, y en realidad funciona como los píxeles: la imagen se compone de píxeles individuales», explica Lulay sobre la conexión con la fotografía. Las obras nos hacen tomar conciencia de que en distintas épocas el dominio de diferentes técnicas era socialmente indispensable, y de lo rápido que la tecnología vuelve a quedarse obsoleta.

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