Tres partes diferenciadas tendrá la sesión que esta noche llenará la Sala Mozart del Auditòrium de música y solidaridad. Serán los jóvenes pianistas Joan Miquel Fiol y María Teresa Saiz los encargados de ofrecer un programa en el que, primero cada uno en solitario y finalmente a dúo, interpretarán obras de Chopin, Brahms y Mozart.
El mallorquín Fiol, reciente ganador del Primer Premio en el Concurso de Juventudes Musicales de España, ha tenido la oportunidad, después de estudiar en Mallorca, de recibir clases de grandes pianistas en Bilbao, Madrid y León. Para él, salir fuera es una necesidad: «Para seguir formándote como pianista, es importante conocer otras maneras de tocar, ver otros mundos», afirma.
¿Cómo salió la idea de participar en este evento solidario? Es Joan Miquel quien responde: «Una vez se hizo pública la noticia de mi premio, los organizadores se pusieron en contacto conmigo a través de un amigo común que fue quien se encargó de la logística, de contactar con la sala y con el Ayuntamiento». Para María Teresa, «saber que el arte también puede usarse para ayudar a colectivos necesitados en cierta manera reconforta, pues te sitúas ante una doble línea, la de disfrutar tocando y la de saber que, con tu interpretación, algunas personas serán atendidas y vivirán un poco mejor», tal como destaca.
La pianista María Teresa Saiz se formó hasta los 18 años en Santander, pero, a través de una beca, se trasladó al País Vasco para seguir estudios con Marta Zabaleta, «una de las pianistas más prestigiosas del panorama nacional», afirma la joven intérprete.
Por lo que respecta al programa que ofrecerán esta noche, Teresa comenta que han optado por interpretar «obras que el público pueda haber escuchado antes, así que hemos descartado partituras nuevas, más bien al contrario, pero por otra parte hemos querido incluir piezas con las que nosotros nos sentimos cómodos, así que si bien Chopin llenará la mayor parte de la sesión, también ofreceremos algunas de las Danzas húngaras de Brahms y dos piezas de Mozart, como son las transcripciones de fragmentos de la Pequeña Serenata Nocturna y de la Sinfonía número 40».
Preguntados ambos sobre por qué Chopin atrae tanto a pianistas y melómanos, Joan Miquel Fiol responde que «para empezar tiene un lenguaje musical único, nuevo hasta su época y que además te permite evolucionar; hay un antes y un después de Chopin, en el mundo del piano y en el de la música en general». Para Maria Teresa, la música de Chopin «tiene algo que la hace también popular, todos hemos escuchado en algún momento de nuestra vida alguna pieza de Chopin, cosa que para el intérprete no hace más que añadir dificultad, pues debes convertir tu versión en elegante y tierna, de lo contrario siempre la compararán con otras de referencia».
Después de mostrarse en solitario, esta noche, al final del concierto, los dos pianistas tocarán conjuntamente, un hecho que hace que deban estar muy compenetrados. Para Fiol, tocar a dúo «te complementa como solista, pues ya no puedes hacer tu versión, sino que debes consensuarla con tu compañera». «En nuestro caso», añade Maria Teresa, «hemos decidido que sea el que en aquel momento toca la parte derecha del piano el que tenga más peso a la hora de decidir cómo debe sonar la partitura».
