Blanca Paloma tiene un objetivo: pellizcar el corazón de Europa. Y lo quiere hacer de la mano de su abuela, quien la inspiró para crear el universo que traza Eaea. El sábado por la noche, ganó el Benidorm Fest homenajeándola y abrazándola. Ella ha sido el motor una nana visceral y magnética que es difícil apartar de la cabeza. Pura pasión en la mirada de su nieta.

“Sigo tranquila, no me lo creo ni yo. Será la yaya, que me tiene poseída. Como si hubiera una misión, como si ella supiera que esto tenía que pasar y me lo está transmitiendo”, dijo anoche tras coronarse como la nueva representante de España en Eurovisión. El próximo 13 de mayo demostrará al Viejo Continente que frente al amor no cabe barrera alguna. Y el suyo, de vigor sureño, está dispuesto a atravesarle el pecho de una estocada.

El flamenco es universal. Y nosotras lo hacemos desde un lugar propio. Nos lo hemos llevado a nuestro terreno. Cuando se hace algo con verdad, llega a donde tiene que llegar”, sostuvo la cantante, que en 2022 también intentó alcanzar su meta con Secreto de agua. Quedó quinta, pero eso no la frenó.

Eaea es un mar de sentimientos en forma de quejío, de silencio, de palmada… Enmudece tan pronto se oye su voz. Es un tema enérgico y delicado a partes iguales. Complejo en cuanto a escalas, aunque sencillo respecto al mensaje. Es un apretón que recoge la elegancia de Après toi (Luxemburgo, 1972), el desparpajo de J’aime la vie (Bélgica, 1986) y la fascinación de Shum (Ucrania, 2021). ¿Eso quiere decir que tiene posibilidades de ganar Eurovisión? ¿O de superar el tercer puesto de Chanel? ¿Podría devolver a España la victoria que no saborea desde 1969? Los expertos hablan.

Blanca Paloma estará acompañada por cinco coristas en el escenario de Eurovisión. TVE

Eaea nos recuerda al ¿Quién maneja mi barca? de Remedios Amaya. Pero, en 1983, Eurovisión era un concurso de jurados, bastante rígido y liderado por intereses. Algo que, en 40 años después, no es así. Tenemos un certamen moderno, donde acaba de arrasar un tecnofolk ucraniano. O en el que nos hemos enamorado de una chica serbia que hablaba de salud mental lavándose las manos. En ambos casos, no entendíamos nada… pero nos encogían”, explica Luis Mesa, periodista especializado de Euromovidas Los replicantes.

Blanca Paloma quiere jugar esa baza con una propuesta que transmita la catarsis de sus ancestros. Y, para ello, se vale de una particular mezcla de sonidos folclóricos y electrónicos única. Nadie antes había presentado algo así. Lo que le permitirá distinguirse en Liverpool.

Al flamenco que Europa lleva tiempo demandándonos, ella ha insuflado buena dosis de vanguardia. Pero hay algo más: ese duende indescriptible que, entre música y esternón, le ha impulsado al primer puesto: “En Eurovisión, las canciones se polarizan: o te encantan o te horrorizan. En cambio, las intermedias siempre terminan en tierra de nadie. Y a ella no le va a pasar eso”.

En parte, gracias a la potente escenografía que ha ideado: un círculo de flecos rojos con reminiscencias lorquianas que recrea los vestidos de su abuela. “Es el concepto escénico más potente de la historia de España en Eurovisión. Puede salir bien, mal o regular. Lo que está claro es que TVE ha madurado: hace 10 años no hubiésemos exportado algo así. Hoy, podemos apostar por algo disruptivo y contemporáneo”, continúa Mesa.

El paquete más completo

Frente a Agoney, Vicco, Megara o Karmento, el de Blanca Paloma era el paquete más completo. Ella fue de las pocas que, este sábado, aceleró las pulsaciones gracias a un derroche vocal arrebatador. “Su actuación fue rotunda. Estuvo impecable. Es importante destacar que, lejos de caer en los clichés fáciles de lo que se entiende por flamenco, ella ha ido un paso más allá con un desarrollo innovador. Esta reivindicación moderna de la raíz es una de sus principales bazas”, subraya José García, director de Eurovisión-Spain.

De lo que no hay duda es que sólo España podría llevar una oferta así al festival. Pues, a diferencia de otros años en los que se ha apostado por up tempos o baladas, en esta ocasión nadie sabrá hacerlo mejor que ella.

“Es auténtica y contundente. Tiene un producto extraordinario. El hecho de haber liderado el Benidorm Fest, donde concurrían otros siete finalistas igual de buenos, ya nos pone en aviso de que ha venido a competir. Sobre todo, cuando ha contado con el beneplácito del jurado y del público”, continúa García. A lo que Alejandro Fernández añade: “Hay riesgo. Y eso es maravilloso porque sabes que no va a dejar indiferente a nadie. Es la única forma de llamar la atención de las personas que te están viendo y escuchando. Sólo hay tres minutos para conseguirlo y, en su caso, así lo hace”.

Para el colaborador de Euroté, el impacto que genera el directo de Eaea es clave, pues en Eurovisión la mayoría no conoce las propuestas de manera previa. Lograr que la canción anide en el público terminará repercutiendo positivamente en las votaciones.

Se entiende fuera

Desde el momento en que Blanca Paloma alzó el Micrófono de Bronce, una masa empezó a cuestionar si su proyecto se entenderá en el resto de países. De hecho, a lo largo de este domingo, la expresión Spain, 0 points se ha convertido en trending topic a raíz de este debate. “El flamenco está reconocido a nivel mundial. Y quien diga lo contrario se equivoca. Además, en este caso, se halla fusionado con otros géneros. Algo similar a lo que hace Rosalía”, asegura Juanma Fernández, director de Bluper.

Para justificar su reflexión, pone dos ejemplos significativos: “Jamala (Ucrania, 2016) ganó con una balada que no se entendía al principio: 1944 estaba en tártaro y trataba sobre la deportación de esta comunidad de Crimea. Ahora bien, su poderío fue más que suficiente para conquistarnos. Igual pasó con Marija Šerifović (Serbia, 2008): su Molitva barrió por encarnar a la perfección el empoderamiento femenino a pesar de estar interpretada en serbio”.

Otro punto interesante es que, en el caso de Eaea, la intérprete no es sólo la encargada de darle voz a la historia: también es compositora y escenógrafa. Lo cual es un añadido a tener presente. “Nadie como ella para saber lo que debía ser el conjunto de su candidatura. Y se ha notado”, apunta Fernández.

Un conjunto de factores que la vuelve especialmente competitiva de cara al certamen europeo. Así lo atestigua Javier Benito, responsable de El Eurovisivo. Para él, tenemos la posibilidad de destacar en un mar de música: “Con eso ya tenemos bastante avanzado. Aportará variedad y diversidad, algo que siempre es de agradecer. Es una propuesta audaz porque no es el típico tema que suena en las radiofórmulas. Sin embargo, ella tiene las ideas muy claras y sabe lo que quiere mostrar”.

Blanca Paloma, un día después de hacerse con el Micrófono de Bronce. TVE

¿Puede ganar?

Es la pregunta que, conforme se vaya acercando la fecha, empezará a rondar a los seguidores. Por el momento, tan sólo se conocen siete de 37 canciones que participarán en Liverpool. Un dato que hace complicado valorar el papel de Eaea. No obstante, los expertos ya tienen una opinión formada al respecto. “Hay que ver qué lleva el resto y, posteriormente, analizar cómo encaja entre ellas. A priori, hay material ganador. Por lo que podríamos superar el tercer puesto de Chanel. Hay tiempo para reposar las ideas y para introducir mejoras”, dice José García. Juan Fernández también apuesta por el triunfo: “Podríamos ganar. Debemos estar orgullosos porque hemos elegido a nuestra representante por unanimidad. Es transversal. Gusta a todos los públicos. Y habla de nosotros”.


En ese sentido, se pronuncia Alejandro Fernández: “Aún es pronto para decirlo. Sinceramente, creo que Blanca Paloma puede luchar por el Micrófono de Cristal. Y, si no, quedará en una muy buena posición. Eso, además, ayudará a que más artistas quieran presentarse al Benidorm Fest”. Por su parte, Javier Benito se muestra optimista: “Chanel dejó el listón muy alto. E, igualmente, es muy difícil mantenerse arriba cada edición. Pero es posible repetir en el top 3 o, al menos, colarnos entre los 10 primeros. Eso sería un triunfo”. Como ya quedó patente con SloMo, el fin ahora es promocionar Eaea en todos los mercados posible. De tal modo que, a la hora de la verdad, esté rodada y asentada. “Queda mucho por andar”, concluye Luis Mesa. “Podemos sentirnos orgullosos. Ir con el pecho descubierto”.