Jaime Lorente (Murcia, 1991) es parte de la cantera de actores que vieron cómo su carrera cogía impulso tras su paso por El secreto de Puente Viejo (Antena 3). En su caso, se disparó: su siguiente trabajo en La casa de papel lo convirtió en un actor reconocido a nivel internacional. Como ya lo hizo en El Cid (Amazon Prime Video) o en la recientemente estrenada 42 segundos, el actor vuelve a asumir el protagonismo, esta vez en Cristo y Rey. En la serie se convierte en Ángel Cristo para recrear la vida del que llegó a ser el artista circense más importante de Europa a la vez que un cuestionado personaje por sus adicciones y su relación con Bárbara Rey. Este jueves, Atresmedia ha celebrado la première de la producción, que se estrenará el 15 de enero en AtresPLAYER Premium, en los cines Callao de Madrid.

Un ladrón, un líder histórico, un deportista de élite, el mejor domador del mundo con una vida cuestionable… ¿Cómo se gestiona ese cambio de personalidades sin volverse loco?

Trabajando mucho en la construcción de cada personaje, dándole a cada uno el espacio que se merece y con mucha concentración.

¿Cómo se prepara un personaje que lo tuvo todo y que hizo tanto daño a su alrededor?

Ha sido un rodaje tremendamente intenso. Ha habido cosas muy bestias de rodar, como toda la parte del circo, con los animales ficticios, y una parte muy complicada, muy dramática, muy intensa, que era cómo le hacía la vida imposible a los que estaban cerca de él. Hay que confiar mucho en el equipo, en los guionistas, en los compañeros… Se prepara cuidándonos mucho y tratándolo todo con mucha delicadeza.

Una escena de 'Cristo y Rey'.

Cuando dijo que tiene muchas cosas de él y otras que no se acercan ni de lejos, ¿a qué se refería?

De él no tengo nada. Lo que quise decir es que muchas veces uno, interpretando a personajes, tiene cosas en común, encuentra lugares de empatía para interpretar. En este caso ha sido muy difícil, porque estamos contando cosas muy turbias y muy desagradables, ha sido muy complicado.

¿Ha sido imposible encontrar esos lugares de empatía?

Ni las he buscado, es un tema muy delicado y hay que tener mucho respeto porque siguen pasando cosas terribles, se cuentan cosas duras.

Ángel Cristo fue desgastando la vida de los demás hasta que también se desgastó la suya

La serie no lo justifica en ningún momento, de hecho. Ahora que conoce más de cerca la vida de Ángel Cristo, ¿qué opina de él?

Fue un icono a nivel circense, el mejor domador del mundo de su época. Un niño que tuvo una infancia muy complicada, se hizo a sí mismo, rehizo el antiguo circo de su padre. Pero era una persona tremendamente violenta, con una adicción muy grande a las drogas, una persona muy complicada, y eso se veía reflejado en las relaciones que tenía. Fue desgastando la vida de los demás hasta que también se desgastó la suya.

¿No le costaba abstraerte de un personaje tan intenso?

No. Fueron tres o cuatro meses de rodaje y pongo toda la carne en el asador en el set, pero no me suelo llevar el trabajo a casa. Intento tener una vida normal para no volverme loco.

Sin embargo, este papel le generó ansiedad.

Sí, porque había escenas muy desagradables de hacer. No fue exactamente ansiedad, más bien incomodidad, porque al final estás contando situaciones que uno espera no vivir jamás y tener que recrear escenas de una violencia tan extrema no es fácil.

Este papel me generó ansiedad porque al final estás contando situaciones que uno espera no vivir jamás

¿No le imponía rodar delante de Bárbara Rey?

No, en el set de trabajo estoy en lo que estoy, muy concentrado, sin mirar alrededor.

¿Cruzó alguna palabra con ella, le dijo qué le había parecido el trabajo?

Tuvimos una relación súper cordial, es majísima, estuvimos hablando, pero ella no se metió en términos artísticos en ningún momento.

Esta historia es un caramelo para la prensa del corazón. ¿Cuál ha sido el secreto de la serie para que el resultado no sea puro morbo?

Reflejar una época. Ellos eran iconos y máximos representantes del espectáculo, compartiendo estatus con otros. Eran representantes de una época con unos estándares muy precisos, de un momento en el que las relaciones se vivían de otra manera. Hacemos un viaje al pasado para revivir la España del momento y también para contar lo que había detrás de las cámaras, porque lo que conocemos de Ángel Cristo y Bárbara Rey es todo a través de lo que ellos prestaban a la prensa rosa. Es un viaje al olvido y más allá, a lo que la gente la veía.

¿Cree que este es el papel de su vida? Hasta el momento, claro.

Sin duda. Hemos sido tan precisos... Estoy muy orgulloso del trabajo que he hecho.

Parece que cada vez sale más talento de la Escuela de Arte Dramático de Murcia.

Siempre lo ha habido. Ahora se ha descentralizado un poco ese yugo de Madrid y Barcelona que teníamos a nivel de actores y están saliendo todas las comunidades.

Jaime Lorente y Belén Cuesta en 'Cristo y Rey'.

¿Había estado infravalorada?

Siempre se ha respetado mucho el talento de aquí, pero sí que es cierto que la bolsa de trabajo de Murcia es muy poca y que casi todo el talento se tiene que exportar.

¿Qué echa de menos de Murcia?

Voy un montón, la tierra tira mucho. La familia, la comida.

¿Cómo ha sido la química con Belén Cuesta en el rodaje?

Súper bien. Es tan buena compañera como buena actriz, nos hemos entendido muy bien en el set y es una suerte tener una compañera así. Necesitas un gran partenaire al lado para poder defender esto.