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Música

Maria del Mar Bonet: «No me quiero imaginar Mallorca dentro de 50 años, pronto solo habrá turistas»

La cantante ha presentado en Xocolat una reedición de su primer disco de larga duración, que lleva su nombre, publicado en 1970 con una fotografía realizada por el que fuera su gran amigo Toni Catany. Blau-Discmedi ha recuperado este álbum, que incluye 13 temas, en formato vinilo y compact disc

Maria del Mar Bonet: "Ros-Marbà le dio una unidad de buen gusto a mi primer disco"

Maria del Mar Bonet: "Ros-Marbà le dio una unidad de buen gusto a mi primer disco" G. Bosch

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Maria del Mar Bonet: "Ros-Marbà le dio una unidad de buen gusto a mi primer disco" Gabi Rodas

¿Qué significó este disco para Maria del Mar Bonet?

Fue mi primer disco de larga duración, y eso tiene una importancia muy grande. Hasta entonces había hecho algún disco pequeño, así que con este empecé a pensar de un modo serio en mi carrera como cantante. Fue un disco en el que se puso mucha energía y me dio muchas alegrías, con un reportaje fantástico de Toni Catany, el diseño de Francesc Guitart y los arreglos de Antoni Ros-Marbà, que fue un elemento principal.

Detrás de una reedición siempre hay una revisión del trabajo hecho. ¿Es usted amiga de echar la vista atrás?

No, no, eso nunca lo hago. Lo mío es el presente, hoy, mañana, pasado mañana, y ya está. El disco lo he vuelto a escuchar de principio a fin, lógicamente, la última vez hace una semana. Escuchándolo oigo una voz joven, que quiere decir muchas cosas. Es un disco que me gusta mucho, por el aire fresco que tiene, un disco intemporal. 

Hay discos que entran por los ojos, y sin duda este lo es. ¿Qué ve hoy en esos ojos, los de la portada?

A Toni Catany. Fuimos a hacer la sesión de fotos a can Francesc Guitart, que tenía un patio con una luz cenital muy bonita. Toni tenía estudiada la manera de hacer la doble foto al mismo tiempo, y el resultado final me pareció y me sigue pareciendo muy intemporal. Fue el comienzo de una serie de discos cuyas fotos me haría Toni Catany. 

A Toni Catany ya le conocía. ¿Cómo surgió la amistad entre ambos? 

Nuestra amistad nació en Palma, unos años antes de 1970. Yo aun vivía en casa de mis padres, pero ya me quería ir a Barcelona. Le conocí cuando yo tenía 18 años. Joan Manresa y él vinieron a hacerme una entrevista en mi casa, en el piso de la Pelleteria, donde yo nací. Cuando yo me instalé en Barcelona conecté con Toni y así fue nació una amistad para siempre, muy estrecha.

¿Eligieron juntos la imagen del portada del disco?

No, fue Toni quien se la imaginó. Y yo le seguí, me pareció una idea estupenda. Yo no tenía una idea para la portada, en absoluto. Con Toni siempre mantuve un diálogo artístico constante.   

La cantante, durante su intervención en la rueda de prensa celebrada en Xocolat Guillem Bosch

Siempre ha destacado el trabajo de Antoni Ros-Marbà en los arreglos de este álbum. 

Para mí fue algo fantástico. Ros-Marbà le dio un sello musical, una envoltura musical a todo el disco, y también una unidad de buen gusto. Ojalá hubiera hecho más discos con él, siempre me ha gustado y es una gran persona, además un gran músico y un excelente director. Pero bueno, él empezó a dirigir por aquí y por allí y no se dedicó tanto a la música para los cantantes que comenzaban. Tuve mucha suerte de poder empezar con él.   

Esta reedición llega en formato vinilo y cedé. ¿Firme defensora del formato vinilo?

Absolutamente, siempre. El cedé nos roba muchas cosas. Cuanto más pequeño es el formato menos cosas escuchamos. Muchos armónicos de la voz, de los instrumentos, muchos detalles no están en los cedés. En cambio, escuchar un vinilo siempre me emociona, es lo más cercano a la escucha de verdad. Yo no tengo Spotify.  

La escucha de este disco me lleva a una Mallorca perdida, a través de canciones que dibujan raíces, recuerdos, historias contadas... ¿Cómo se imagina Mallorca dentro de 50 años?

No me la quiero imaginar. Si sigue así nuestra Mallorca estará muy mal. Si construyen mucho más y no paran de destruir, si sigue viniendo tanta gente, tantos turistas, si nuestra Serra sigue siendo pisada por tantísima gente… todo esto a mí me asusta mucho. Pronto no quedará ni una abeja, no cabremos. Solo habrá turistas. Esto no tiene ningún sentido.  

Durante muchos años la vimos por navidades sobre los escenarios, cantando la Sibil·la. ¿Qué planes tiene para estas fiestas?

Antes cantaba la Sibil·la en la església de la Bonanova, en Barcelona, lo hice durante más de veinte años, pero ya no lo hago. Estoy muy contenta de haberlo hecho, porque para mí era una manera de celebrar la Navidad. A mí me llenaba el hecho de poder ayudar a los niños del Raval, porque la suya es una asociación que trabaja para ayudar a los jóvenes que llegan del norte de África, muchos de los cuales están por las calles y son utilizados para el tráfico sexual y tráfico de drogas. Sin los padres, a mí me cuesta mucho celebrar el Nadal. Pero bueno, lo haré con mi hermano y con amigos. Pero realmente estas fiestas de Nadal no me entusiasman. Con Toni Catany siempre lo celebrábamos, y claro, los vacíos que dejan los amigos, los familiares, pesan mucho. 

Maria del Mar Bonet, con su disco, en Xocolat Guillem Bosch

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