Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Guillem Nadal revisa su obra en la Galeria Pelaires de Palma

El artista inaugura este jueves '...De sal i cendra', con piezas antiguas inéditas y otras recientes

8

Exposición de Guillem Nadal en la Galeria Pelaires de Palma Guillem Bosch

Guillem Nadal comenta que su exposición ...De sal i cendra, que se inaugura este jueves por la tarde en la Galeria Pelaires, podría ser una retrospectiva de su carrera, aunque esa no sea la intención. El artista habla de un viaje, del camino, de la vida y la muerte a través de obras antiguas pero inéditas y otras nuevas. La muestra se podrá ver hasta el 20 de enero y más adelante se complementará con un libro monográfico en el que está trabajando el ensayista y crítico Iván de la Nuez.

Una cita de Joseph Conrad, «la ruta sería larga. Todas las rutas que conducen al objeto de nuestro deseo son largas», escrita en la pared con palos de madera que van cayendo poco a poco hasta convertirse en ceniza reciben al visitante y le ponen en sobreaviso de las intenciones de Guillem Nadal.

En la primera parte de la exposición, el artista de Sant Llorenç ha reunido varias de sus maquetas, piezas de taller, a las que él denomina normalmente «naufragios, historias mínimas», recuperadas de años atrás. Algunas sí fueron convertidas en una instalación de grandes dimensiones y otras se quedaron en proyectos. «El problema de estas piezas es que las haces, te las imaginas, pero es muy difícil ponerlas en espacios privados», apunta Guillem Nadal.

En las paredes de la misma sala cuelgan unas pinturas sobre telas que intentan ser «una copia de la naturaleza», según define el artista. Estas piezas también forman parte de un proyecto de Nadal que no se llevó a cabo, con el que quería inundar una pequeña galería de Nueva York de esa falsa vegetación.

En la planta superior de Pelaires, tres canoas colgando del techo son las que dan sentido al título de la exposición. Se trata de una escultura “un poco complicada” y frágil, como reconoce su autor. Una de esas barcas está algo quemada y de ella ha caído ceniza y las otras dos están cargadas de sal.

Muy cerca, están expuestos dos cuadros de grandes dimensiones, de su época más negra, y que conceptualmente evocan a los paisajes mallorquines que otros pintores creaban con paciencia y precisión. “Es intentar repetir estas piezas, buscar la perfección cuando nunca la encontrarás”, explica Nadal. 

La exposición finaliza con la escultura Paissatge de la memòria, una mesa cubierta de ceniza sobre la que hay un cráneo partido y separado. A poca distancia, dos grandes cuadros, de cráneos, hechos a lápiz y fuego, enfrentados uno a otro. Como Nadal reconoce, los cráneos y los dientes son elementos habituales en sus obras.

“Esta exposición es fruto de un proyecto que presentaremos más adelante, que es una monografía, un libro escrito por Iván de la Nuez, y desde la galería teníamos muchas ganas de que Guillem hiciera algo con nosotros, después de una relación de más de 15 años”, explica Frederic Pinya, director de Pelaires.

El responsable de la galería señala que la exposición …De sal i cendra reúne piezas antiguas que no se habían visto nunca con otras recientes y que, aunque puedan parecer dispares en lo formal, no lo son conceptualmente.

Pinya confía en poder presentar el libro con el que De la Nuez revisará la trayectoria de Nadal mientras esté todavía la exposición en la galería.

Compartir el artículo

stats