El Festival de Poesia de la Mediterrània, que se celebrará del 26 de noviembre al 3 de diciembre, con la gran Festa de la Poesia programada para el día 29 en el Teatre Principal de Palma, vivirá su edición «más íntima», con un formato «de cámara» en el que nueve serán las voces protagonistas y uno el lema: Poesia és lluita.
«Los poetas son personas con una percepción del mundo muy fina, con una vida interior muy grande y con un observatorio desde el que escriben muy amplio. La poesía siempre ha estado en primera línea de las luchas, en la I Guerra Mundial, en la Guerra civil española, en Vietnam… y a través de los versos ha luchado por los derechos humanos, por la paz, por la fraternidad, por la felicidad de los humanos, ayudándonos a conocernos mejor a nosotros mismos y también a entender mejor el mundo. La poesía es un alimento para el espíritu como lo es el pan para el cuerpo», defiende el director del festival, Biel Mesquida.
Los poetas participantes
El elenco de este año, integrado por seis poetas mujeres y tres poetas hombres, tiene a los autores en lengua catalana como mayoría (una de ellas es Odile Arqué), no faltan los escritores perseguidos, refugiados y a su vez premiados, como la siria Nisrín Akram Khouri (ganadora del Premio Roissy-en-Brie 2021); tampoco los traductores, porque «traducir también es crear», caso de Arnau Barios; ni los poetas noveles con un potencial gigante, como Miquel Àngel Adrover, Aina Riera y Clara Fiol. «Un poema es construir un conocimiento, una mirada, una sensibilidad, un mundo, y eso no es fácil. Hay demasiados jóvenes que escriben poesía mala. Tanto en castellano como en catalán se publica demasiada poesía», opina Mesquida.
Ramón Andrés (Pamplona, 1995), Premio Nacional de Ensayo 2021 con Filosofía y consuelo de la música y Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2015 por el conjunto de su obra; Louise Dupré (Sherbrooke, Quebec, 1949), distinguida por su colección poética La peau familière; y Mari Luz Esteban (Burgos, 1959), que recitará en euskera, una lengua habitual de este encuentro, completan la lista de participantes.
Que haya menos poetas y menos lenguas que en otros años tiene su explicación: «Cuando más se tendría que ayudar a los gestores y creadores culturales es cuando menos ayudas se reciben. Con la Associació Cultural Poeticart, la organizadora del festival, hemos tocado a todas las puertas, y unas nos han abierto y otras no», señala Mesquida, máximo responsable de una cita, más que consolidada, necesaria, que tiene al ayuntamiento de Palma y el Teatre Principal como pilares.
