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Óbito

Muere Mimi Parker, percusionista sutil y voz con alma de Low

La cofundadora del grupo estadounidense de rock a cámara lenta fallece a los 55 años de un cáncer de ovarios que semanas atrás forzó la suspensión de la gira por España prevista para este mes

Alan Sparhawk y Mimi Carter, en una imagen promocional del último disco de Low.

El rock a cámara lenta de Low se erigió en un punto cardinal del ‘indie’ de los 90 y desplegó una inhabitual capacidad de regenerarse y crecer en su etapa de madurez. Mimi Parker fue ahí figura troncal como percusionista, compositora y brindando su voz a las purificadoras armonías vocales que desarrolló con su cómplice de vida y de arte sonoro, su marido, Alan Sparhawk. Fue él quien dio la dolorosa noticia este domingo en las redes sociales: “ella falleció anoche, rodeada de la familia y de amor, incluido el vuestro”, hizo saber, añadiendo la petición de “mantener su nombre cerca y sagrado”.

A Parker, que tenía 55 años, se le diagnosticó en diciembre de 2020 un cáncer de ovarios que hizo público a principios de 2022, y que, si bien durante un tiempo no modificó la hoja de ruta de Low (que el pasado junio ofreció dos pases en el Primavera Sound), este otoño forzó la suspensión de toda una gira europea, que incluía conciertos en España, uno de ellos en el Auditori. Low regresaba envuelto en las vibraciones muy favorables en torno a su último álbum, ‘HEY WHAT’ (2021), recibido como obra maestra por la prensa y la afición (mejor disco internacional del año en este diario).

Máquinas y voces celestiales

Ese álbum, relevo de otra pieza álgida, ‘Double negative’ (2018), expresó el tránsito del lenguaje musical de Low hacia una serenidad espiritual (que podemos asociar a la larga filiación de la pareja a la iglesia mormona) hecha de agudos contrastes sónicos: interferencias electrónicas abruptas en roce con voces cálidas y flotantes que parecían interpelar al más allá. Era el estadio avanzado de una entente que se estrenó en 1994 con un disco referencial, ‘I could live in hope’.

En tiempos en que se imponía la aparatosidad instrumental del grunge, Low, entente originaria de Duluth, Minnesota, abrió camino a un rock minimalista, de cocción larga y ‘tempos’ pausados, en línea con el embrionario slowcore que practicaban los pioneros de Codeine. Creado por Parker y Sparhawk, que se conocieron cuando eran colegiales en la escuela primaria y se sintieron influidos por músicas tradicionales como el country y el góspel, Low se estableció como trío con la entrada del bajista. Una plaza, esta, cambiante, cuyos titulares más significativos fueron Zak Sally (1994-2005) y Steve Garrington (2008-20). Tras la salida de este último, en los últimos tiempos la banda se estableció como dúo.

En la sutileza de esa música tenía mucho que ver la impronta de Parker en su sencillo ‘set’ de percusiones, que solía tocar de pie, utilizando escobillas y baquetas acolchadas. Y su voz, portadora de una mística serenidad. Los álbumes que alinearon entre finales de los 90 y principios del siglo XXI, entre ellos ‘Things we lost in the fire’ (2001) y ‘Trust’ (2002), consolidaron al grupo en imaginario del rock alternativo pese al talante introspectivo de su música. Estaban en lo más alto cuando el deceso de Parker termina ahora con la alquimia del dúo y desliza interrogantes sobre la continuidad de Low.

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