La Institució Francesc de Borja Moll, depositaria de los derechos del Diccionari català-valencià-balear de Antoni Maria Alcover y el propio Moll, ha dirigido una instancia a la presidenta del Consell, por la que pide la declaración de las Rondalles mallorquines recogidas por Alcover como bien de patrimonio cultural inmaterial de Mallorca, así como medidas de salvaguarda, de acuerdo con tal catalogación, y una declaración institucional de reconocimiento a mossèn Alcover, en el 160 aniversario de su nacimiento, el 90 de su muerte y el 60 de la culminación del Diccionari català-valencià-balear, que se cumplen en 2022. Propone, asimismo, que se promuevan “actividades culturales y cívicas por parte del Consell de Mallorca, ahora y en el futuro, para mantener vivo en Mallorca, transmitido de padres a hijos y de abuelos a nietos”, este tesoro lingüístico; y que “se susciten actividades de difusión internacional” para difundirlas.

Las 'rondalles', un tesoro de Mallorca

Las 'rondalles', un tesoro de Mallorca

El escrito dirigido al Consell por la Institució Francesc de Borja Moll pone de manifiesto el valor de estas narraciones, transmitidas de manera oral al largo de los siglos, y que Antoni Maria Alcover, bajo el nombre de ‘Jordi des Racó’, recogió de los labios de 246 narradores, de 33 localidades de Mallorca, salvándolas de la desaparición, preservando su lenguaje tradicional y dándoles forma literaria en su Aplec, publicado por la editorial Moll y que ha servido como introducción a la lectura en catalán a varias generaciones de mallorquines. Al formato tradicional en 24 volúmenes se añade la edición crítica a cargo de los profesores Josep A. Grimalt y Jaume Guiscafrè, ajustada a los parámetros científicos internacionales y de la cual la Nova Editorial Moll tiene prevista la publicación del noveno y último volumen el próximo diciembre, con lo que culminará un trabajo de excepcional valor.  

Las rondallas se han transmitido de forma oral de generación en generación