«Estamos en shock». Fueron las breves palabras de la artista Susy Gómez, compañera de Juan Antonio Horrach, antes de entrar este lunes con la familia en la iglesia de Santa Creu. La muerte repentina del conocido galerista y hotelero reunió al mundo de la cultura y el turismo en el abarrotado templo palmesano y sus inmediaciones, porque numerosos asistentes al funeral no pudieron acceder para dar el último adiós a una persona tan querida por su generosidad, amor a los suyos y pasión por la belleza, tal como destacaron en la homilía. Su familia íntima fue la primera en llegar, entre ellos su madre, Antònia Maria Moyà; sus hijos, Guillem, Joan y Esther; sus hermanos, Toni y Antònia Maria; su compañera de vida y la hija de ella, Uma, además de numerosos familiares.

Del ámbito artístico estuvieron presentes galeristas como Fran Reus, Joan Guaita y María Baró, entre otros; los cineastas Agustí Villaronga y Toni Aloy; el director de Filmin y el Atlàntida Film Fest, Jaume Ripoll; el comisario de arte y poeta Enrique Juncosa; el también comisario Tolo Canyelles; la directora del CAC Málaga, Elena Juncosa; el escritor Biel Mesquida; los artistas multidisciplinares Pep Guerrero y Álex Sobrón; así como la escultora Sylvia Sánchez Montoya; los intérpretes Daniel Fuster y Núria Prims; la gestora cultural de la galería Pelaires, Eva Mulet; la impulsora del festival Paco de Lucía, Soledad Bescós; Marta Gayá y la actriz Catherine Zeta-Jones; sin olvidar a los representantes políticos en el sector, como el conseller de Cultura y Universidad del Govern, Miquel Company; el regidor de Cultura de Cort, Antoni Noguera, quien remarcó que «Juanan Horrach era una persona muy especial para la ciudad»; y el director general del área, Marcos Augusto.

El alcalde de Palma, José Hila; la presidenta del Consell, Catalina Cladera; y la del Govern balear, Francina Armengol, también se acercaron a la iglesia de la plaza Porta Santa Catalina para dar el pésame a los allegados. Lo mismo hicieron los máximos exponentes del turismo mallorquín, como el CEO de Meliá, Gabriel Escarrer; y María José Hidalgo, de Globalia; además de la presidenta de CAEB, Carmen Planas; el expresidente del Real Mallorca y Drac, Vicente Grande; el empresario Vicente Rotger, consejero delegado de Diario de Mallorca; numerosos rostros conocidos del mundo de la hípica, al que era aficionado el galerista y hotelero; y antiguos compañeros de curso del colegio San Cayetano.

Tras el funeral, un grupo más reducido de personas cercanas a Horrach asistió al restaurante de la galería Drassana para tomar una copa de cava y un aperitivo. «Pensamos que él así lo hubiese querido», como se podía leer en la invitación, y lo recordaron de ese modo, rodeado de arte, entre amigos y demás seres queridos.