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Arquitectura

El Open House descubre los secretos ocultos de la Palma subterránea

El refugio antiaéreo de la Delegación de Defensa de Balears y la cripta de Sant Llorenç, uno de los espacios medievales más antiguos de Ciutat, son dos de los edificios que este sábado han abierto sus puertas en la segunda edición del festival de arquitectura

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El Open House descubre los secretos ocultos de la Palma subterránea

El Open House Palma, el mayor festival de arquitectura y puertas abiertas de Ciutat, no deja de crecer. En su segunda edición, que empezó el pasado lunes y que vive su momento culminante este fin de semana, ha despertado un enorme interés, no solo entre profesionales del sector, también entre los vecinos. Según la organización se espera que unas 15.000 personas se adentren en los más de 70 edificios y espacios, habitualmente cerrados a la ciudadanía, entre este sábado y mañana domingo. Solo en la mañana del sábado han sido 5.000 las visitas registradas.

La Palma subterránea es uno de los numerosos atractivos que brinda este festival (también programado en otras ciudades españolas, como Barcelona, Madrid o Sevilla), con recorridos guiados por un equipo de voluntarios con una formación específica. Entre los edificios que permiten descubrir la historia oculta de Ciutat se encuentra el refugio antiaéreo de la Delegación de Defensa de Balears, que este sábado ha sido visitado por más de un centenar de personas —a los medios gráficos les fue prohibido tomar fotografías en su interior—, todas entregadas a las explicación de un experto en este campo, Tomeu Fiol

Este refugio, que está situado en la Delegación de Defensa, en lo que fue la casa particular de Emili Darder, el alcalde republicano fusilado en 1937, dispone de dos entradas que conducen a dos galerías estrechas que desembocan en una principal. Primero se descubre un «refugio especial, atípico, con paredes de un metro de hormigón», anterior en el tiempo a otro, más grande y profundo, «un refugio VIP, un cinco estrellas», en palabras del guía. 

«Se construyó durante la Segunda Guerra Mundial así que no se empleó durante la Guerra Civil. Con una capacidad de 150 personas, podía resistir el ataque de bombas tóxicas, gracias a una máquina de renovación del aire en su interior (fabricada en 1938 en Hannover) que fue retirada y actualmente se conserva en el Museo Histórico Militar de Menorca, en Es Castell», ha explicado Fiol.

En sus extremos, como sistema alternativo de iluminación, se diseñaron dos pequeñas capillas con fin de colocar llum d’oli o velas si fueran necesarias.

Tras la Segunda Guerra Mundial, el refugio fue cerrado pero no cayó en el deterioro, su conservación no se degradó. «Lo empleaban los soldados como lugar para fumar», se ha relatado, a modo de anécdota. En la zona de la galería principal se pueden apreciar distintas inscripciones marcadas sobre la arenisca, realizadas probablemente por los soldados que debían hacer guardia en este edificio al alrededor de los años setenta. 

Los amantes de este tipo de espacios, no aptos para personas con claustrofobia, podrán descubrir otro refugio antiaéreo con motivo del Open House Palma, el del Passeig Guillem Sagrera, de 10 a 14 horas, con inscripción previa. En este caso, data de 1937, fue excavado a una profundidad de 5,70 metros y tenía una capacidad para 180 personas. Como la mayoría de los refugios públicos tenía dos entradas por si acaso una colapsaba, y constaba con sistemas de ventilación e iluminación eléctrica. Las escaleras para bajar al refugio se construyeron en forma de zigzag para evitar la entrada de materiales propulsados por las explosiones y la cámara principal está hecha con bóveda de arenisca. 

El Open House descubre los secretos ocultos de la Palma subterránea Pere Joan Oliver

Un espacio de culto subterráneo

En la iglesia de Santa Creu, una de las principales parroquias del centro histórico de Palma, se encuentra una joya escondida: la cripta de Sant Llorenç. «Sé que hacen misas a diario pero nunca antes la había visitado, y eso que resido muy cerca de aquí», ha comentado una de las personas que ha decidido adentrarse en su interior. 

La cripta de Sant Llorenç es un espacio de culto subterráneo con un acceso independiente al resto de la iglesia, al parecer más antigua que el templo. Fue construida a finales del siglo XIII o principios del siglo XIV y tiene una doble función como espacio de culto y para nivelar el terreno. La cripta tiene una planta cuadrangular y está cubierta de bóveda de crucería sostenida por cuatro columnas octogonales que marcan un deambulatorio con capillas laterales. El espacio de culto central está presidido por un retablo renacentista del siglo XVI con imágenes de la vida de San Lorenzo.

Es uno de los espacios medievales más antiguos y mejor conservados de Palma, y en él se pueden observar detalles de la arquitectura gótica, como los capiteles con motivos vegetales de la puerta de entrada o los restos de policromía que aun se conservan en algunos elementos.

Desde la cripta se puede acceder a la iglesia de Santa Creu por una calle olvidada de Palma, el Carrer des Fossar de Santa Creu. Antiguamente conectaba el Carrer de Santa Creu con el Carrer del Forn de l’Olivera, hasta el año 1855, cuando quedó engullida por el templo. Un tesoro, desconocido para la mayoría de palmesanos, en cuyas escaleras se pueden observar antiguas lápidas colocadas en las paredes.

La sede del Parlament, el edificio más visitado

Según ha informado la organización de un festival que tiene a Eduard Yuste, Daniel Gallego y Concepció Gené como máximos responsables, los edificios más visitados en la jornada sabatina han sido la sede del Parlament (340 visitas), cuyo aspecto actual se debe a una reforma del arquitecto catalán Miquel Madorell, en colaboración con Pascual Sanz y Lluís Callus, entre 1913 y 1918; Ca n’Oleo, uno de los mejores ejemplos de residencias urbanas conservados en Mallorca; el Far de Portopí (140 visitas, con inscripción previa), cuyo edificio alberga una exposición permanente que muestra una de las mejores colecciones europeas de señales marítimas; y el Palau del Consell (309 visitas), construido en 1882, en el solar que albergaba la antigua prisión de Mallorca.

Este domingo se podrán visitar edificios como el del Gran Hotel, la Llotja y el Consolat de Mar (ambos de 10 a 14 y de 16 a 19 horas, sin inscripción previa), el Hotel Can Bordoy (mismo horario pero con inscripción previa), Can Balaguer (de 10 a 14 horas, sin reserva) o el Hotel Araxa, en el barrio de Son Armadans, entre muchos otros. 

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