Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

MÚSICA CRÍTICA

Concierto de Montserrat Torrent: Renacimiento por partida doble

5

Concierto de Montserrat Torrent: Renacimiento por partida doble Guillem Bosch

Montserrat Torrent ★★★★★

Església de sant Jeroni de Palma

Montserrat Torrent, órgano.

24-02-22

Por partida doble podemos hablar de Renacimiento al referirnos al concierto que dio ayer mismo, por la mañana, la organista Montserrat Torrent en la iglesia del monasterio de Santa Elisabet de Palma (junto al convento de las monjas de Sant Jeroni). Primero porque todo el programa giró alrededor de piezas compuestas en aquel periodo de la historia del arte. Luego también porque tuvimos la oportunidad de escuchar de nuevo, tras ocho años de silencio, este magnífico instrumento que, en palabras de Gerhard Grenzing es «histórico, patrimonial y musicalmente de primer nivel, dentro de los de su época, el renacimiento y primer barroco».

Grenzing, que asistió al concierto, ha pasado unos días en Mallorca para poner a punto ese órgano que, aunque no ha sido tocado de forma asidua no ha perdido sonoridad. Es Grenzing de nuevo quien afirma: «Los órganos no tienen por qué deteriorarse si no se tocan, son la humedad, los pequeños bichos que se comen la madera y las malas restauraciones, lo que le disminuyen su sonoridad».

Pero volvamos a la sesión que nos ocupa, la del concierto. Nada más entrar y gracias a una idea brillante, la de incensar el recinto, el melómano sentía que algo especial iba a pasar, se detectaba, se olía la cita histórica. Y no hubo decepción, pues toda la parte musical, sin ser de temática especialmente religiosa, se arropó de esa atmósfera mística que el olor a incienso provoca.

La cita empezó con unas palabras a modo de presentación a cargo de la actriz Catalina Alorda, que estos días ha estado teatralmente relacionada con la música, ya que ha protagonizado un espectáculo basado en esas ficticias memorias de Ana Magdalena Bach junto al clavecinista Tomeu Seguí.

Las religiosas han pensado que la música es la mejor manera de combatir desavenencias

decoration

Y después de las palabras, la música. Torrent, la gran organista y una de las mejores de su época, que es amplia pues tiene noventa y seis años, decidió un programa muy apropiado para ese órgano histórico, cuya primera tecla se puso en 1600, aunque el actual sea de un siglo y medio posterior.

Para empezar, nos adentramos en una obra curiosa como es el Plus ne negres del italiano Marcantonio Cavazzoni, un compositor a caballo entre los siglos XV i XVI. Luego vino esa obra excelsa: Diferencias sobra “Guárdame las vacas” de Antonio de Cabezón, uno de los grandes del siglo XVI español, como también lo es Sebastian Aguilera de Heredia (siglos XVI-XVII), de quien pudimos escuchar su Tiento de 4º Tono. Ambas obras tocadas con esa manera especial que tiene Torrent: fraseo perfecto y exquisitez en los registros

De otro contemporáneo del primer órgano, Francisco Correa de Arauxo, la intérprete nos acercó algunos de sus Tientos, siempre curiosos, siempre asequibles. Otro italiano de la época, Tarquino Merula, apareció a través de una Intonazione cromatica del Nono Tono, para luego dar el salto y pasar a la Europa no continental, interpretando The Queen’s Alman de William Byrd, una pieza que, aunque breve, siempre acaba seduciendo. Y, para terminar, nada menos que dos obras de Pablo Bruna, conocido como El ciego de Daroca, que vivió de lleno en el siglo XVII: Tiento de mano derecha y Batalla de Sexto Tono, en la que la artista mostró algunas de las peculiaridades del órgano, como las que imitan el sonido de los pájaros. Y al final, el público, numeroso, por cierto, puesto en pie, aclamó a la artista, que bajó del coro para saludar y compartir con sus seguidores.

Todo rodó como se esperaba. El sabio buen hacer de Montserrat Torrent se aplicó perfectamente a ese instrumento, que sonó como pocas veces lo ha hecho. Nada estuvo por debajo de la excelencia: españoles, italianos, inglés, todos esos compositores renacieron y se escucharon como lo hacían en su época. Fue como un viaje musical al pasado, a los siglos XVII y XVIII. Y todo posible gracias a esa figura enorme que es la organista catalana, pero también a las religiosas de Sant Jeroni que han pensado que la música es la mejor manera de unir ideas, intereses y esfuerzos y combatir las desavenencias.

Compartir el artículo

stats