Por partida doble podemos hablar de Renacimiento al referirnos al concierto que dio ayer mismo, por la mañana, la organista Montserrat Torrent en la iglesia del monasterio de Santa Elisabet de Palma (junto al convento de las monjas de Sant Jeroni). Primero porque todo el programa giró alrededor de piezas compuestas en aquel periodo de la historia del arte. Luego también porque tuvimos la oportunidad de escuchar de nuevo, tras ocho años de silencio, este magnífico instrumento que, en palabras de Gerhard Grenzing es «histórico, patrimonial y musicalmente de primer nivel, dentro de los de su época, el renacimiento y primer barroco».
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Por partida doble podemos hablar de Renacimiento al referirnos al concierto que dio ayer mismo, por la mañana, la organista Montserrat Torrent en la iglesia del monasterio de Santa Elisabet de Palma (junto al convento de las monjas de Sant Jeroni). Primero porque todo el programa giró alrededor de piezas compuestas en aquel periodo de la historia del arte. Luego también porque tuvimos la oportunidad de escuchar de nuevo, tras ocho años de silencio, este magnífico instrumento que, en palabras de Gerhard Grenzing es «histórico, patrimonial y musicalmente de primer nivel, dentro de los de su época, el renacimiento y primer barroco».
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Por partida doble podemos hablar de Renacimiento al referirnos al concierto que dio ayer mismo, por la mañana, la organista Montserrat Torrent en la iglesia del monasterio de Santa Elisabet de Palma (junto al convento de las monjas de Sant Jeroni). Primero porque todo el programa giró alrededor de piezas compuestas en aquel periodo de la historia del arte. Luego también porque tuvimos la oportunidad de escuchar de nuevo, tras ocho años de silencio, este magnífico instrumento que, en palabras de Gerhard Grenzing es «histórico, patrimonial y musicalmente de primer nivel, dentro de los de su época, el renacimiento y primer barroco».
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Por partida doble podemos hablar de Renacimiento al referirnos al concierto que dio ayer mismo, por la mañana, la organista Montserrat Torrent en la iglesia del monasterio de Santa Elisabet de Palma (junto al convento de las monjas de Sant Jeroni). Primero porque todo el programa giró alrededor de piezas compuestas en aquel periodo de la historia del arte. Luego también porque tuvimos la oportunidad de escuchar de nuevo, tras ocho años de silencio, este magnífico instrumento que, en palabras de Gerhard Grenzing es «histórico, patrimonial y musicalmente de primer nivel, dentro de los de su época, el renacimiento y primer barroco».
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Por partida doble podemos hablar de Renacimiento al referirnos al concierto que dio ayer mismo, por la mañana, la organista Montserrat Torrent en la iglesia del monasterio de Santa Elisabet de Palma (junto al convento de las monjas de Sant Jeroni). Primero porque todo el programa giró alrededor de piezas compuestas en aquel periodo de la historia del arte. Luego también porque tuvimos la oportunidad de escuchar de nuevo, tras ocho años de silencio, este magnífico instrumento que, en palabras de Gerhard Grenzing es «histórico, patrimonial y musicalmente de primer nivel, dentro de los de su época, el renacimiento y primer barroco».
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Por partida doble podemos hablar de Renacimiento al referirnos al concierto que dio ayer mismo, por la mañana, la organista Montserrat Torrent en la iglesia del monasterio de Santa Elisabet de Palma (junto al convento de las monjas de Sant Jeroni). Primero porque todo el programa giró alrededor de piezas compuestas en aquel periodo de la historia del arte. Luego también porque tuvimos la oportunidad de escuchar de nuevo, tras ocho años de silencio, este magnífico instrumento que, en palabras de Gerhard Grenzing es «histórico, patrimonial y musicalmente de primer nivel, dentro de los de su época, el renacimiento y primer barroco».
Por partida doble podemos hablar de Renacimiento al referirnos al concierto que dio ayer mismo, por la mañana, la organista Montserrat Torrent en la iglesia del monasterio de Santa Elisabet de Palma (junto al convento de las monjas de Sant Jeroni). Primero porque todo el programa giró alrededor de piezas compuestas en aquel periodo de la historia del arte. Luego también porque tuvimos la oportunidad de escuchar de nuevo, tras ocho años de silencio, este magnífico instrumento que, en palabras de Gerhard Grenzing es «histórico, patrimonial y musicalmente de primer nivel, dentro de los de su época, el renacimiento y primer barroco».