La Biennal de Pensament, que se celebrará en paralelo en Palma, Valencia y Barcelona desde el 10 hasta el 16 de octubre, contará en la capital balear con la activista María Aliójina, conocida como Masha dentro del grupo punk Pussy Riot, famoso por sus acciones en defensa de la libertad de expresión en Rusia.

Masha será una de las figuras del cartel de un evento que avanzó ayer en rueda de prensa en concejal de Cultura del Ayuntamiento de Palma, Antoni Noguera, quien subrayó que la bienal tiene el propósito de «reforzar lazos a través de una cultura común y estimular el debate cívico», tal como afirmó.

Además de Masha Aliójina, que cumplió condena de prisión en su país por una actuación en una catedral de Moscú junto a sus compañeras de Pussy Riot, también ha sido invitado a participar en un acto público en la Bienal de Palma el filósofo italiano Franco (Bifo) Berardi.

Este pensador ha analizado las transformaciones sociales de la globalización, en particular en el papel de los medios de comunicación, según indicó el Ayuntamiento de la capital balear en una nota de prensa.

Otro de los protagonistas será el filósofo polaco-estadounidense Adam Przeworski, quien también está incluido en el programa de Barcelona y que es un reputado analista sobre la democracia y la economía política.

Cada una de las tres sedes de la Biennal de Pensament tiene su propio programa, pero realizarán además actividades conjuntas, como una lectura simultánea de textos de los literatos Blai Bonet, Joan Fuster y Gabriel Ferrater.

En la oferta de la capital balear, que se dará a conocer con detalle dentro de dos semanas, se incluyen presentaciones artísticas como performances, instalaciones y exposiciones en galerías privadas y centros e instituciones culturales.

Incluso está previsto llevar a cabo una actividad de divulgación filosófica para público familiar en el Casal Balaguer.

Se trata del primer festival que organizan conjuntamente Palma, Barcelona y Valencia, y entre sus objetivos está el debatir sobre cuestiones como la forma en que el espacio físico debe responder a retos actuales y futuros, la salud de la democracia o la pervivencia del colonialismo, como avanzaron la semana pasada los alcaldes de las tres capitales que comparten lengua, cultura y retos.