Los hermanos José Taltavull Sepúlveda y Javier Canales Sepúlveda han presentado en la sala de cine del Hotel Palma Blanc el 'teaser' de 'Viejolobo', su primera película de género policíaco protagonizada por el actor mallorquín Daniel Fuster.
Nacidos en Mallorca en los años 1972 y 1984, respectivamente, estos dos hermanos han dedicado por independiente casi toda su trayectoria profesional a la publicidad, trabajando para prestigiosas marcas como Ferran Adrià, Gas Natural Fenosa, Dior, Scalpers, Adidas o Iberostar. Cuentan con galardones nacionales, como la pieza publicitaria Hazte Un Selfie Con Tu Abuela, premiada en San Sebastián, un premio Lux a la mejor colección fotográfica industrial, y diferentes Laus por las campañas This is Palma y SantaCilia”. Su pasión común se ha trasladado a lo laboral. “Nos consideramos un monstruo de dos cabezas en nuestro trabajo. Yo tengo más experiencia en la puesta en escena y la estética y Javier con la narrativa de la historia y el guion, hablamos idiomas complementarios y la publicidad es un gran aprendizaje a la hora de trabajar bajo mucha presión con un presupuesto elevado, un deadline concreto y diferentes equipos”, comenta José y Javier añade; “detrás de alguien que se dedica a la publicidad suele esconderse un gran amante del cine, y esas ganas de rodar películas siempre han estado latentes en nosotros”.
Viejolobo, la película que están llevando a cabo, es ante todo un filme de personajes carismáticos y auténticos: desde un protagonista ambiguo con un gran poder de seducción, pasando por caracteres tan dispares como una hija drogadicta, una madre que mezcla acontecimientos del presente y el pasado, un compañero incompetente y enfurecido, un asesino de masas, una soltera feminista o un sacerdote preocupado por la falta de fe en estos tiempos de decadencia. Cada una de estas personalidades otorgan una identidad propia a una historia en la que la psicología y los dramas internos de los personajes funcionan como el principal motor de la obra. La trama se centra alrededor de un suceso en el que más de sesenta cadáveres han sido encontrados en el gimnasio de un centro escolar. El agente de homicidios encargado de resolver las preguntas que plantea el caso es Paco, un investigador conflictivo plagado de matices, un genio incomprendido con una vida turbulenta al que algunos de sus compañeros lo han apodado Viejolobo. El papel está protagonizado por el veterano actor mallorquín Daniel Fuster.
“Para nosotros el thriller es cine en estado puro. Te permite escribir diálogos genuinos y con profundidad. Los personajes son individuos con problemas, que transitan en un mundo en el que lo moral se difumina y eso como escritor te permite ir más allá de lo convencional. Además, es un género en el que todos los géneros tienen cabida, y eso para mí, como narrador, es como estar en una piscina de bolas. Puedes pasar del humor negro al terror, al suspense y al drama familiar en pocos minutos, manteniendo al espectador en tensión, ya que si trabajas bien la estructura, generas mucho interés en la audiencia. Esta película, como gran parte de los thrillers de los 90, nace de una gran pregunta que genera otras. Por supuesto que es necesario entender este tipo de códigos y saber seleccionarlos. Pero creemos que lo que hace que un thriller o cualquier película tenga una personalidad propia es precisamente el toque genuino que le dan las miradas de las personas que trabajan en ella”, explica Javier.
La película se encuentra en proceso de producción y financiación. De momento el casting ha sido un éxito al contar con grandes actores como Dani Fuster, Norma Ruiz y Judith Diakathé, además de diferentes profesionales del sector audiovisual como el presentador Joaquín Prats o Jesus Taltavull de los 40 principales, que están ayudando con la promoción de la película. La previsión es que esté terminada el próximo año. “Nos gustaría hacer un cine sólido, con una estética definida, que tenga profundidad a la vez que sentido del entretenimiento. Estos conceptos pueden parecer contrapuestos pero si se trabaja bien se pueden unificar. El cine es un arte muy caro, hay muchas voces, miradas, opiniones y diferentes perspectivas de lo que es bueno artísticamente y lo que le puede gustar a la audiencia. Es un tema complejo pero trabajar en una idea común con la misma ilusión es lo que levanta una película”, subrayan los hermanos.
El rodaje de este proyecto mallorquín transcurre en la isla con un equipo local como Aaron Dormer (ayudante de dirección) o Alexandra Borrás (producción) pero también hay algunos externos como Beñat Baeza del País Vasco. Javier explica que el objetivo siempre ha sido rodar una película que muestre un mundo propio a través de los ojos del protagonista, con una vida oscura plagada de obstáculos laborales y familiares, donde enfrentándose a esa oscuridad el protagonista se acabará topando con lo que llevaba mucho tiempo ansiando encontrar. El ser una persona fría y desubicada en un mundo que no comprende del todo influye en la manera de mostrar la isla. “La sensación de desubicación que tiene el protagonista y su carácter oscuro nos obliga a escapar de esa Mallorca clásica de postal. No queremos que el espectador sepa en qué lugar surge la acción, lo que es más estimulante” añade José. “Cuando una noche conocimos a Daniel Fuster, nos encontramos al actor perfecto para encarnar a un personaje al que llevábamos mucho tiempo dándole vueltas. Nuestra idea siempre fue la de crear una opera prima de gran atractivo, pero que a su vez fuese “fácil de rodar”. Queríamos escribir una película de actores, que contase con buenos diálogos, rodada en localizaciones que conocíamos. Muchos actores de renombre se sumaron al proyecto y de repente teníamos ante nosotros un guioon muy potente en el que todos creíamos”.
Viejolobo tiene similitudes estructurales con diferentes obras policiacas como Seven, Zodiac o True detective. Los diálogos muestran la intensidad de las conversaciones de Scorsese y los discursos afilados que escriben Woody Allen y Todd Solondtz. La banda sonora está a cargo del prestigioso compositor Elias Fabré, abarcando desde la sutileza del piano hasta la electrónica para crear una atmósfera musical que presente el espacio urbano como un terreno peligroso e inhóspito, lo que es la gran urbe para el protagonista.
