Veinte años pueden no parecer nada, pero cuando hablamos de la hotelería de lujo, del servicio de excelencia y de la calidad cinco estrellas, sin duda, dos décadas no son detalle menor. El St. Regis Mardavall celebró ayer su veinte aniversario con una fiesta de verano multitudinaria y en la que reivindicó -y demostró- que fue el origen y el germen del turismo de lujo en las isla, y que en capacidad de convocatoria no tienen parangón. Que fuera una noche cálida donde los abanicos se convirtieron en complemento indispensable también entró en los cálculos de la organización: fue un regalo más.
Alexandra Schörghuber, presidenta de la Fundación y miembro del Consejo de Administración del Grupo Schörghuber, fue la anfitriona de una velada que se prolongó hasta la medianoche y donde la música, la gastronomía -no se puede olvidar que Es Fum, con el chef Miguel Navarro al frente, cuenta con una estrella Michelin- y los fuegos artificiales hicieron que los 300 asistentes se sintieran especiales. De eso también se ocuparon Francisco Vila, CEO de Arabella Hospitality y Stjin Oyen, director del área de Marriot Hoteles Mallorca; recibieron y saludaron uno a uno a las autoridades presentes, como el alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez, o Andreu Serra, conseller de Transición, Turismo y Deportes del Consell.
La lista fue interminable: desde Eduardo Gamero, presidente del Fomento de Turismo, pasando por María Frontera, presidenta de la FEHM, el ex Jefe Superior de la Policía Nacional Gonzalo Espino o el artista Nils Burwitz. Todos ellos brindaron por dos décadas «excepcionales».